Han pasado varios meses desde la última concentración de la Selección Española de Fútbol y tenía muchas ganas de volver a reencontrarme con tantos y tan buenos amigos. El jueves me desplacé a Madrid sabiendo que esta convocatoria iba a ser especial después de conocer que Julen Lopetegui había incluido en la lista a David Villa. Ya en la Ciudad de las Rozas, antes de atender a jugadores, directivos y el resto del staff técnico, tuve la oportunidad de darle un abrazo y charlar tranquilamente con el 'Guaje'. Es curioso, han pasado tres años desde la última vez que fue convocado y da la sensación de que nunca se ha ido. Sigue igual: amable, atento, sonriente, saludando a todo el mundo y dedicando el tiempo que sea necesario para contar cómo le va y cómo se siente. Le pedí permiso para transmitir a los lectores de LA NUEVA ESPAÑA parte de nuestra conversación y, antes de que terminara la frase, ya me había contestado: "¡Lo que quieras, Ramiro! Faltaría más".
Villa, al que una lesión impedirá hoy estar en el duelo ante Leichtenstein, es el máximo goleador de la historia de la Selección y puede presumir de haber levantado los trofeos más importantes.
- Imagino que la decisión de ir a jugar a la MLS no fue fácil. ¿Qué te empujó a hacerlo?
-Surgió la opción y no lo dudamos. Me ilusionaba tanto a nivel deportivo como personal. Allí las temporadas son mucho más cortas que en Europa y sabía que si entrenaba duro podía estar al cien por cien todos los partidos y eso, para un profesional, es fundamental. Además, a nivel personal era una oportunidad para mi familia. Lo hablé con mi mujer y nos lanzamos. Vivir en una ciudad como Nueva York, si aparece la posibilidad, es algo que no se puede desaprovechar. Por eso me fui y no nos equivocamos.
- Tu olfato goleador sigue intacto pero, ¿te esperabas esta llamada del seleccionador?
-Sabía que era muy complicado pero siempre me he cuidado muchísimo porque nunca he dejado de soñar con volver a la Selección. Fíjate que desde que estoy en la MLS he adelgazado tres kilos, uno por cada año que llevo allí. Cada vez que ha habido una convocatoria tengo que reconocer que me he despertado temprano para ver la lista. Es lo que tiene la diferencia horaria. La verdad es que poder estar otra vez con España es un sueño hecho realidad. Es una demostración de que trabajando mucho, todo llega. Que con sacrificio, esfuerzo y dedicación podemos conseguir todo lo que nos propongamos. Ahora estoy con la ilusión del primer día.
-¿Te das cuenta de que todos los que amamos el fútbol hemos recibido con enorme alegría tu regreso a la Selección?
-Lo estoy palpando ahora. No he tenido tiempo de responder a todos los mensajes de felicitación que me han llegado y me siguen enviando pero responderé a todos. Estoy feliz. Poder reencontrarme con todos mis compañeros y revivir momentos no tiene precio. Ojalá podamos conseguir ganar el partido de mañana (por hoy) y ya sería algo redondo.
-¿Sabes que en Tuilla hasta tiraron voladores cuando conocieron que habías sido convocado?
-Hablar de Tuilla es hablar de mi infancia, de mi familia, de mis amigos de toda la vida, de mis raíces y eso lo llevo grabado en mi corazón. Siempre que puedo voy a darles un abrazo y a agradecerles las innumerables muestras de apoyo que me hacen llegar día a día. ¡Son únicos!
