Poco faltó para que los hombres de Roberto Aguirre consiguieran puntuar en uno de los estadios más difíciles de la categoría. Ante un Gernika enrachado y fiel aspirante a los puestos de ascenso, el Lealtad pagó caro su mala primera mitad, y alguna decisión del árbitro muy reprochada por los asturianos. El Lealtad con este resultado, encadena su cuarto partido consecutivo sin ganar. La undécima derrota a domicilio de los asturianos tuvo en cambio las buenas sensaciones de una gran segunda mitad en la que acarició algún premio en forma de puntos, ahora más que necesarios, tras estar la promoción de descenso ya a dos victorias de distancia tras el triunfo del Vitoria en el campo del Izarra.

El Lealtad pese a un inicio esperanzador, sufrió mucho ante un Gernika muy dinámico. El primer aviso vino a raíz de un claro derribo de Mauri sobre Josu dentro del área al saque de un córner, pero Abaroa mandó fuera el penalti para alivio de los visitantes. A partir de ahí, el dominio local resultó muy claro. Güemes en otra jugada de estrategia volvía a rozar el gol, algo que minutos después también pudo conseguir Abaroa con la testa. Los maliayeses seguían muy encogidos, y en una misma acción Tejero repelió un buen intento de Abaroa y en el rechace el disparo de Josu se estrelló en uno de los postes que se contemplaron en Urbieta. Tanto fue el cántaro a la fuente, que una nueva caída de un jugador local dentro del área, esta vez, con mucha polémica, supuso una amarilla a Omar y la transformación de Josu Santamaría de la jugada que acabó decidiendo el partido.