El trabajo de Manolo Fernández, segundo de Xiel y preparador físico del Real Avilés, parece haber dado sus frutos, aunque la complicada situación del equipo hace que su trabajo pase desapercibido. El equipo pasa por el mejor momento de la temporada en forma física, se ha notado en los últimos partidos y, es algo que puede ser vital para aprovechar las últimas balas que le quedan, tras la derrota de la pasada jornada ante el Ceares

Viendo la situación, toca mirar hacia atrás y hacer balance. "Hubo un momento en el que dimos más importancia a jugar partidillos para ver a los jugadores que estaban a prueba, que a preparar los partidos. Nos equivocamos o, más bien, no nos quedó otra opción y creo que ahora lo estamos pagando", señaló ayer Fernández, que añadió que "el desgaste en ese momento fue muy grande y así se escaparon puntos que ahora hubieran valido de mucho".

Las circunstancias a las que se refiere están claras: los constantes cambios en la plantilla, que llevaron a que prácticamente todas las semanas hubiera caras nuevas en los entrenamientos: "Hacer un equipo así es casi imposible. Un equipo lo hace el vestuario y como vaya cambiando cada poco no se establece la jerarquía que tiene que haber en un conjunto, no hay un líder, no hay piña, aunque aquí se ha logrado".

Fernández está al frente de los entrenamientos durante esta semana, por la ausencia de Xiel por motivos personales, y ya le tocó dirigir el partido del sábado por la misma razón. En el choque ante el Ceares ya dio una muestra de que la preparación física del equipo es casi óptima. "Sólo hice un cambio en el 80 y fue táctico, porque veía a todos muy bien, nadie estaba para cambiarlo. El equipo está muy fuerte, lástima que anímicamente sea muy complicado que estén igual de bien", señaló el preparador, que insistió en que los jugadores peleaban cada balón hasta el mismo pitido final del choque. De hecho, Fernández comenta que en Ceares un aficionado local se le acercó: "Me dijo que parecía imposible que el equipo estuviera donde está por como pelea".

El equipo parece haber encontrado ese punto extra de lucha en los dos últimos partidos, pero en ambos cayó con un gol postrero del rival: ante el Oviedo B, en el 91 y en propia puerta por un rebote, y ante el Ceares con un tanto en el 85. "Eso es muy difícil de levantar anímicamente. Tienen que darse cuenta del buen trabajo que hicieron pese al resultado", sostiene el segundo entrenador.

Trabajo en el Suárez Puerta. Los titulares en el partido del sábado tuvieron ayer trabajo de recuperación en el Suárez Puerta, mientras que el resto de la plantilla realizó un trabajo más físico. El equipo tratará a partir de ahora de entrenar el máximo tiempo posible en el campo del centro de Avilés, aprovechando que ha mejorado el tiempo. "Nos viene muy bien entrenar aquí. El sintético carga mucho a los jugadores y varios se resienten de la espalda. Ahora el Suárez Puerta es una alfombra, así que tenemos que aprovecharlo", comenta Manolo Fernández. Por eso, el equipo se entrenará también el miércoles sobre hierba natural, después de disfrutar hoy de su día de descanso.

A Manolo Fernández, con las indicaciones de Xiel, le toca preparar un partido en el que no podrá contar con Nico Pandiani, que vio la doble amarilla en el partido ante el Ceares, ni con Carlinos, que cumple ciclo de tarjetas, que se unen a la baja de Pablo Tineo. Bajas más que sensibles para recibir el sábado al Covadonga, un equipo que lucha por el play-off (18.30 horas, Suárez Puerta).