La afición del Unión Financiera hizo lo que hace cada partido, se pierda o se gane: aplaudir a su equipo tras el encuentro. Esta vez lo hizo después de haber sufrido una de las mayores decepciones de los últimos años. El equipo cayó eliminado en la primera ronda de play-off después de haber ganado los dos primeros partidos, los dos de casa.

La grada estaba repleta, con los miembros de la peña El Fortín en sus puestos. Isi Roldán, uno de los clásicos, se mostraba tan confiado como nervioso antes de que diera comienzo el duelo. Confiaba en Víctor Pérez. En las gradas estaban también exjugadores como Rubén Suárez, que, antes de saber lo que iba a pasar, pidió a todo el mundo que valorara lo que es acabar cuarto en la LEB Oro durante tres temporadas seguidas. "Es algo muy importante para el baloncesto asturiano", dijo el que ahora es base del Círculo Gijón.

Ilustres como el exportero de Oviedo Esteban ocuparon, como en casi todos los partidos, su sitio en la grada. Uno que no pudo estar en la pista, aunque sí sentado en la grada, fue un Fran Cárdenas que se congratuló del ambiente que había en Pumarín. Todos insistían en la importancia que iba a tener en un encuentro como el de ayer la defensa y el rebote.

La noche acabó en decepción, a Cárdenas le tocó consolar a sus compañeros y ni la música de Jorge Lana impidió una noche triste para una afición que ya espera volver a Pumarín. Bien claro lo dejó el propio Isi que, en su cuenta de Twitter, arrojó un poco de luz en una noche oscura: "Esperando para renovar. Ahora más que nunca, somos OCB".