Entrar en el archivo de la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei) es sumergirse en la mayor base de datos sobre la región. Sólo la relación de publicaciones que ha elaborado la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei) en sus 50 años de vida inunda 90 páginas. Y ahí están únicamente los estudios solicitados por instituciones públicas y accionistas de la sociedad. A ellos habría que añadir los informes privados encargados por empresas. En ese mar de información hay muchas gotas singulares, sobre todo en la primera etapa de Sadei, cuando era un gabinete de estudios y aún no se había convertido en el centro de estadística regional. Allí se elaboraron varios planes de viabilidad de nuevas plantas industriales. "Fabriconas" para perpetuar la Asturias industrial.
La fábrica de la manzana. La primera publicación de Sadei, de 1967 y mecanografiada, es el "Estudio sobre la instalación de una fábrica de productos derivados de la manzana", encargado por la Diputación Provincial. "Hay que tener en cuenta que en aquella época en Asturias había 130.000 personas trabajando en el campo y había mucho interés en aprovechar los recursos autóctonos", señala Ramiro Lomba, actual director de Sadei.
Coches fabricados en Lieres. A la Diputación habían llegado rumores sobre el interés de dos marcas automovilísticas en instalar una fábrica en Asturias. A través de la Cámara de Comercio de Oviedo se encargó a Sadei la elaboración de un estudio de implantación de una fábrica de coches en Lieres, en Siero, zona que se consideró inicialmente como la más idónea. Sin embargo, la fábrica pasó de largo.
La refinería de petróleo. En 1973, cuando estalló la considerada primera crisis del petróleo, Bankunión, la Cámara de Comercio de Gijón y la Feria de Muestras de Asturias encargaron a Sadei un "Informe sobre las posibilidades de implantación de una refinería cercana al puerto de Gijón". En el estudio se indicaban como la zona más favorables para la implantación de la refinería una amplía franja de terreno que iba desde el embalse de Trasona hasta el de San Andrés de los Tacones, terrenos de los concejos de Corvera, Carreño y Gijón en los que posteriormente se instaló la factoría de Du Pont y donde aún hoy se desarrolla la Zona de Actividades Logísticas e Industriales de Asturias (ZALIA). Del estudio se realizó una ampliación en 1975 y no se volvió a hablar de una refinería de petróleo en Asturias hasta que el Gobierno regional de Juan Luis Rodríguez-Vigil y el ciudadano francés Maurice Jean Lauze anunciaron en 1993 una inversión de 366.000 millones de las antiguas pesetas para instalar una factoría petroquímica, con mil empleos directos, entre Carreño y Gijón, los terrenos que 20 años antes había seleccionado el informe de Sadei. Luego se sabría que la planta era humo y aquella estafa que acabó con el Gobierno de Rodríguez-Vigil se bautizó con el nombre del "petromocho".
La sociología del fuego. La oleada de incendios de la pasada Navidad, que afectó sobre todo al Occidente de Asturias, reavivó el debate sobre el arraigado uso del fuego en las zonas rurales de la región. Hace 40 años, el extinto Instituto para la Conservación de la Naturaleza (Icona) ya encargó a Sadei un "Estudio sociológico sobre los incendios forestales en la Cornisa Cantábrica" en el que se analizaron las causas y la intencionalidad o no de los fuegos en los montes. "Nos dedicamos principalmente a hablar con la gente de los pueblos y, sobre todo, a escucharles", señala el economista Jesús Arango, por entonces técnico de Sadei y posteriormente consejero de Agricultura y Pesca del Principado.
El descubrimiento del turismo. "Hasta la década de los años ochenta, Asturias era una región con conciencia industrial y todo lo que no fuera la producción de carbón y hierro parecía que no tenía importancia", destaca Arango, que resalta la aportación de Sadei sobre las posibilidades del turismo, principalmente el rural. En 1981 Sadei publicó el "Informe sobre la promoción del turismo en Asturias" y en 1984 "Los Oscos y la Cuenca del Eo. Situación y perspectivas", en el que se analizó la potencialidades del turismo de aldea en una comarca que sería pionera en España con la apertura de La Rectoral de Taramundi. "Cuando después desde el Principado tratamos de apoyar el turismo rural nos criticaban diciendo que queríamos convertir los ganaderos en camareros", afirma Arango. "Sin duda el estudio sobre Los Oscos fue muy importante para abrir los ojos y ver las posibilidades del turismo rural", añade Ramiro Lomba.
La región de los quesos. Con la llegada del Estado autonómico, Sadei se convirtió en el instrumento estadístico del Principado, pero siguió haciendo algunos estudios temáticos. Entre ellos destaca "Los quesos asturianos artesanales", publicado en 1985. El estudio reveló la riqueza quesera de la región, su precaria comercialización y las posibilidades que tenía como industria agroalimentaria.
Y otros estudios peculiares. Los técnicos de Sadei elaboraron en su medio siglo otros informes singulares como el "Estudio sociológico sobre el personal a trasladar a la factoría de Veriña", de 1969, encargado por la extinta Uninsa; el "Informe sobre las posibilidades de introducción del gas natural en Asturias", de 1975, mucho años antes de que se desplegara la red gasística por toda la región, o el "Estudio de selección de industrias a implantar en las cuencas mineras", de 1979, cuando apenas se hablaba de la diversificación y la reactivación de las Cuencas y muchos aún consideraban que la llama del carbón nunca se apagaría.
