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Un cambio de tendencia en el consumo

El coche de gasolina gana terreno en Asturias

Las ventas de turismos que utilizan el carburante crecen mientras bajan las de vehículos diésel, ante la evolución de los precios y los recelos por la contaminación

El coche de gasolina gana terreno en Asturias

Las ventas de coches nuevos con motores de gasolina les van comiendo terreno a las de diésel. En los primeros once meses del año pasado, el 36% de los coches que se matricularon en la región eran de gasolina, cinco puntos más que en 2015. Es una proporción que lleva subiendo cuatro años seguidos y que en 2016 pisó el acelerador. En este cambio de tendencia están influyendo varios factores. Entre ellos, que el precio de ambos combustibles se ha ido equilibrando. También la percepción de los consumidores de que los diésel son más contaminantes, especialmente tras los escándalos de los motores trucados de Volkswagen.

Las previsiones apuntan a que las ventas de los modelos de gasolina pondrán una marcha más en breve y vayan ganando velocidad. "En unos años seguirán vendiéndose aún más turismos a gasóleo, pero pronto se producirá el relevo", augura Rogelio Cuesta, presidente de la patronal asturiana de concesionarios y talleres automovilísticos (Aspa). El empresario indica otra razón para el cambio: "Los fabricantes han invertido mucho en mejorar los motores de gasolina y ahora tienen que sacar rentabilidad ese dinero".

Y eso, sostiene Rogelio Cuesta, que el diésel no es tan fiero como lo pintan. El escándalo de los motores de gasóleo trucados de Volkswagen ha supuesto un mazazo para este tipo de vehículos y está ayudando a que el relevo se acelere. También influye el hecho de que algunos grandes ayuntamientos están penalizado el uso de este tipo de coches, como ocurre en Madrid. Aparcar un coche de gasóleo en la zona azul de la capital española es, por lo general, más caro que si el motor del turismo usa gasolina. Los eléctricos no tienen ni siquiera que abonar el tíquet.

Aunque no siempre el gasóleo había sido hegemónico en los concesionarios. De hecho, en España el parque de coches diésel consiguió adelantar por primera vez a los de gasolina en 1999, poniendo fin a bastantes años de superioridad. Pero desde entonces su cuota de mercado fue ampliándose hasta hace poco. En esa ocasión, el cambio lo propició la mejora de los motores turbodiésel de inyección (como los TDI o los HDI), y el proceso fue bautizado como la "disielización" del mercado español. La mayor ventaja a favor del gasóleo llegó en plena crisis económica, en 2012. Ese año, por cada cien coches matriculados en la región casi 75 eran de gasóleo, mientras que 25 eran de gasolina. Desde entonces, los segundos apretaron el acelerador.

Hasta noviembre del pasado año (últimos datos disponibles), se vendieron en la región 5.484 turismos movidos por gasolina, 1.146 más que en el mismo periodo de 2015. En cambio, las matriculaciones de los diésel bajaron pese a la mejora general del mercado. Los concesionarios asturianos despacharon, en once meses de 2016, 9.622 turismos con motor de gasóleo, 123 menos que hasta noviembre del año anterior.

Los coches diésel son, generalmente, más caros que los de gasolina. Entre 2.000 y 4.000 euros dependiendo del modelo, del segmento y las cilindradas. A cambio, este tipo de vehículos suelen ser más longevos, con lo que la diferencia acaba amortizándose a base de llenar el depósito, ya que consumen menos y el gasóleo es más barato. No obstante, las diferencias entre ambos carburantes han ido acortándose.

Si llega a haber relevo, la superioridad de la gasolina sobre el diésel puede durar poco, auguran los concesionarios, ya que la apuesta de muchos fabricantes es el vehículo eléctrico. Los híbridos, aquellos cuyo motor funciona con una combinación de gasolina y energía eléctrica, comienzan a ganar protagonismo en las carreteras.

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