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Movilización internacional contra la precariedad

Vida de becario: 400 euros y 7 horas al día

Protestas en Europa por las condiciones de los trabajadores en prácticas | Titulados asturianos valoran sus contratos como una oportunidad para entrar en las empresas

Protesta en Bruselas. EFE

Rebelión de los becarios por sus bajos salarios. Jóvenes en prácticas han levantado la voz para protestar en Europa por cobrar nómina exiguas, cuando las tienen, a cambio de hacer en bastantes casos, afirman, un trabajo similar al de los trabajadores ordinarios Con esa munición, cientos de ellos se echaron ayer a la calle en Bruselas para reclamar una mejora de sus condiciones laborales. Algunos tienen sueldos que no llegan a los 400 euros, aunque tienen que trabajar siete horas al día, lo mismo que el resto de los compañeros. Es el caso del gijonés M. M. D., que reside en Madrid y que desde finales del año pasado está de prácticas en un despacho de abogados. "Yo de lo malo estoy en un despacho grande y me pagan algo, pero otros compañeros no reciben nada", apunta.

Pero en ocasiones, asegura, es preferible apretarse el cinturón. "En los despachos más pequeños, aunque no se cobre, hay más posibilidades de acabar trabajando, porque son ambientes más intensos, más familiares. En los grandes muchas veces no dejas de ser un número", reflexiona. Y destaca: "Esto sirve para ir cogiendo experiencia, pero habría que tratar que los que vengan detrás tengan mejores condiciones".

La experiencia y las expectativas de poder conseguir un puesto de trabajo son lo que más valoran los estudiantes a la hora de acceder a estas becas, por encima de la remuneración o las condiciones laborales. "Al final entre gasolina y tener que comer por ahí se te va casi todo el dinero", asegura el ingeniero asturiano J. L., que lleva varios meses de prácticas en una compañía de la región. "No da para irse de vacaciones", bromea. La desigualdad no está solo en el sueldo. Sus contratos de becarios cotizan a la Seguridad Social, pero no dan derecho, por ejemplo, a cobrar el paro.

La protesta que se celebró ayer a nivel mundial estuvo apoyada por el Consejo de la Juventud y los sindicatos CC OO y UGT, además de algunas asociaciones de estudiantes, y fue organizada por la Coalición Internacional de Becarios. Durante la manifestación en Bruselas, el secretario general del Foro Europeo de la Juventud, el estonio Allan Päll, que ejerció de portavoz, aseguró que "seis de cada diez jóvenes que tienen becas en Europa no reciben ningún salario y creemos que esto es, no solo injusto, sino que debería de ser ilegal".

Pero no todos lo ven así. El sueldo más bajo se justifica, señala la becaria ovetense A. M. S., porque "tenemos menos responsabilidades que el resto de compañeros". En su caso, trabaja en prácticas en una multinacional asentada en la región, a través la Fundación de la Universidad de Oviedo, y cree que tiene posibilidades de quedarse en plantilla. Esta joven, de 23 años, apunta que en la compañía en la que está "hay bastante gente que acaba las prácticas y se queda trabajando". Si lo consiguiera, añade, podría incluso pensar en independizarse de la casa de sus padres.

Esa expectativa, la de conseguir que las prácticas sean la puerta de entrada a un complicado mercado laboral, se cumple con frecuencia. Le ocurrió, por ejemplo, a una sierense, de 26 años, graduada en Administración y Dirección de Empresas (ADE), que en septiembre del año pasado acabó sus prácticas, de un año en una compañía de distribución e, inmediatamente, pasó a estar en nómina. "Empecé con una beca de 530 euros, pero a los tres meses ya me subieron algo el sueldo porque veían que podía encajar en el puesto", explica. Y añade: "Con el tiempo fui cogiendo más responsabilidades, aunque desde el principio ya trabajaba como una más".

Igual trabajo, pero distinto salario. La secretaria de Igualdad de UGT-Asturias, Carmen Escandón, pone el acento en que los becarios españoles son de los peor pagados de Europa. "Muchos ni siquiera cobran nada", denuncia. La sindicalista urge a poner coto a este tipo de prácticas y señaló que es preciso que deje de estar "autorizada la precariedad". Pero también hay un problema en la base que impide a muchos llegar a la Universidad. En 2013, el Gobierno reformó el sistema de becas, subiendo la nota de corte para poder acceder a estas ayudas a un 6,5. Esto, unido a la subida de las tasas de las matrículas, provocó que "solo fuera una élite la que pudiera estudiar", defiende Escandón.

Adrián Redondo, secretario de Empleo y Juventud de CC OO, argumenta que "el problema es que se están utilizando las prácticas para cubrir puestos de trabajo. No se puede tener a los cerebros mejor formados y más cualificados cobrando solo una beca". También destacó que no debería hablarse de "cambio del modelo económico, teniendo a los jóvenes en esas condiciones". Lo que es muy difícil de calcular, sostienen los sindicatos, es el número de becarios que hay en las empresas asturianas.

Hace unos días, tras conocer la convocatoria de la huelga, la propia Comisión Europea (CE) justificó que en muchas de las instituciones comunitarias hay prácticas no remuneradas asegurando que es "una tradición" en muchas organizaciones internacionales.

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