El Arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, irrumpió ayer en la campaña electoral con duras criticas a la "ideología de género" (un término habitual en ámbitos eclesiales para referirse al feminismo) y a los "grupos antisistema" que han conseguido penetrar en el sistema de un ordenamiento político al que desprecian" y que persiguen ensayar otros modelos en los que "la gente vive sin libertad, sin trabajo, sin comida, sin recursos para sobrevivir, sin paz, sin respeto a los derechos humanos". Sin citarlo, la alusión quedó clara para todos: el mensaje estaba dirigido a Podemos.

El contexto de las polémicas declaraciones del Arzobispo de Oviedo fue una carta en defensa del cardenal de Valencia, Antonio Cañizares, duramente censurado por ciertos colectivos tras arremeter contra el uso de la imagen de dos vírgenes besándose para promocionar una manifestación con motivo del Orgullo Gay. El telón de fondo queda revelado en la carta que Sanz Montes publica hoy en la revista diocesana "Esta Hora" (ver cuadernillo central). En ella, el Arzobispo apela al "deber" de los cristianos para participar en política. "Pueden censurarnos, perseguirnos, ridiculizarnos, provocarnos, pero es preciso decir que nuestro modo de ver las cosas no responde a consignas de partido, ni a las involuciones nostálgicas de dictaduras de antaño, ni a la pretensión de revoluciones de escrache antisistema de hogaño".

Para Sanz Montes, "la ideología de género y otras cuestiones afines", resulta "nociva con todas sus variantes y estrategias" y quienes "la esgrimen y subvencionan" van introduciendo sus postulados "con verdadera imposición". Es ese, prosigue Sanz Montes, un derrotero "que termina con la destrucción del hombre en su concepción creacional de varón y mujer, en un ataque tremendo a la familia y en una dictadura de la educación según sus principios, que llega incluso al uso y abuso del género gramatical hasta el ridículo".

Pero el prelado va más allá al enumerar ejemplos de "provocación impune" hacia los sentimientos religiosos cristianos, entre ellos el uso de las dos vírgenes en la propaganda de la celebración del Orgullo Gay valenciano, el "asalto de capillas en la Universidad" o "la retirada de ayudas públicas a asociaciones católicas de claro compromiso social y cultural" que se derivan a "otros entes afines a los inquilinos de algunas administraciones".

Hay para Sanz Montes "una puesta en escena de estos grupos antisistema en contra de lo que sea y suene a cristiano". El Arzobispo de Oviedo concluye afirmando: "No tenemos miedo ni estamos asustados" y que la tolerancia de los cristianos "nace de la paz y del respeto al otro, se nutre con la prudencia y la caridad, pero no se arredra para dar razón de nuestra esperanza frente a los que no tienen esperanza ni saben razonar".

Las respuestas no tardaron. La candidata de Unidos Podemos al Congreso, Sofía Castañón, respondió que Sanz Montes "se equivoca" porque con sus críticas al feminismo "excluye a la mitad de la población", las mujeres, precisamente las más golpeadas por la crisis. Manuel González Orviz, coordinador de IU de Asturias y numero tres de la candidatura, acusó al prelado de "ponerse al servicio del PP". "Es cristiano el no robarás; es cristiana la justicia social y es cristiano el reparto de la riqueza", dijo Orviz para referirse al programa de su formación. Marisa Ponga (PSOE), concejala de Igualdad en el Ayuntamiento de Oviedo aseguró que Sanz Montes revela los "vestigios de una sociedad patriarcal que se traducen en una visión misógina y homófoba". La concejala ovetense de IU Cristina Pontón dijo sentirse "avergonzada como cristiana de este arzobispo, en la extrema derecha de la Iglesia". "Dilapida todo el respeto que la Iglesia asturiana se había ganado", abundó.