Desde que se acabó el bipartidismo y las cosas eran una cosa o la contraria, azules o rojas, la política española se ha convertido en una especie de parchís. Azules, rojos, morados y naranjas se disputan el voto del elector, y algunos han incorporado tintes especiales, como el azulón de Foro o el rojo-verde de Izquierda Unida.

Con esto de los colores, la candidata del PP-Foro por Asturias, Susana López Ares, lleva tiempo mostrando su aversión por el naranja de los de Ciudadanos. Una de sus aportaciones más ingeniosas ha sido la de afirmar que más que naranjas son pomelos, "porque son naranja por fuera pero rojos por dentro".

El candidato de Ciudadanos, Ignacio Prendes, decidió ayer sacar de su error a su contrincante y le envió por correo una caja con cuatro pomelos y una naranja para que Ares apreciase la evidente diferencia de color entre ambas frutas y apreciase que el pomelo por fuera es amarillo.

Acompañó la caja con una nota manuscrita en la que le indicó que el pomelo "es un alimento muy sano" y tiene propiedades como "diurético, digestivo, depurativo y regenerador del organismo. Así que he decidido enviarte estos cuatro pomelos, que a tu partido le vendrán de perlas". Ya se sabe que el pomelo deja gusto amargo.