Málaga
El guardia civil Juan Manuel Piñuel Villalón había regresado el martes a la casa cuartel de Legutiano (Álava) después de pasar unos días con su esposa y su hijo en Málaga, su ansiado destino, por el que marchó voluntario al País Vasco hace dos meses, a fin de acumular el tiempo necesario para poder ser trasladado a la Comandancia malagueña con carácter preferente.
Los vecinos del barrio malagueño de El Palo que lo habían visto en los últimos días mientras su único hijo, de 6 años, jugaba en la calle bajo la mirada de sus padres estaban ayer consternados y aseguraron que «Manolo», como lo conocían, de 41 años, «tenía una relación muy estrecha con su hijo, y el niño lo va a pasar muy mal».
Según informa en un comunicado la Unión de Guardias Civiles (asociación a la que pertenecía el fallecido), Piñuel Villalón, nacido el 20 de enero de 1967 en Melilla, procedía del puesto de Llombai, en la Comandancia de Valencia. Era hijo de un militar y vivió en la ciudad autónoma los primeros ocho años de su vida.
Llombai, en cuyo cuartel estuvo destinado durante seis años Piñuel Villalón, lo recuerda como una persona «muy afable» y «muy buen chico».
El alguacil de esta localidad, de algo más de 2.000 habitantes y situada en la comarca de la Ribera Alta, Roberto Navarro, aseguró que solía «tomar cafés» con Piñuel, quien «se relacionaba muy bien» con los vecinos de Llombai.
Según Navarro, Juan Manuel nunca le dijo que tuviera miedo a un atentado terrorista. «Quién va a tener miedo, conforme ha ocurrido», señaló.
El guardia civil asesinado consiguió la sexta nota más alta de los más de 900 aspirantes calificados y admitidos por un concurso-oposición en el instituto armado en febrero de 1997, según documentos oficiales.
El agente accedió a la Benemérita con un total de 121,7 puntos en el concurso-oposición, una calificación sólo superada por otras cinco personas en esa misma convocatoria, que se saldó con un total de 913 aspirantes admitidos de los más de mil hombres y mujeres que realizaron las pruebas teóricas y físicas.
