Alberto Ruiz-Gallardón ve hoy cumplidas parte de sus aspiraciones al conocer que Mariano Rajoy contará con él para la nueva dirección del PP, después de que se frustraran sus deseos de ser diputado y de unos meses en los que cada vez que ha hablado ha sido para dar su apoyo al actual presidente del partido.

El líder del PP, Mariano Rajoy, ha desvelado hoy, en un coloquio posterior a una conferencia que ha pronunciado en la Universidad Pontificia de Comillas (ICADE), que cuenta con el alcalde de Madrid para la próxima dirección del Partido Popular.

"Uno de los activos más importantes que tiene este partido". Con esta definición de Ruiz-Gallardón, Rajoy revelaba lo que casi era un secreto a voces: el alcalde estará en la dirección del PP, a falta de saber si será secretario general, portavoz o vicesecretario.

A la espera de saber en qué puesto figurará el alcalde, si fuera de secretario general, Ruiz-Gallardón volvería a ocupar un cargo en el que ya estuvo en 1986, pero de Alianza Popular, partido del que también fue nombrado vicepresidente en 1987.

Tras unos años como diputado autonómico y senador, volvió a la Ejecutiva del PP en 1989 y se centró en la política regional primero -ganando en 1995 y 1999 por mayoría absoluta y convirtiéndose en presidente de la Comunidad de Madrid- y a la política municipal después al ser elegido alcalde de Madrid en 2003 y de nuevo en 2007.

A pesar del desencanto que le produjo el pasado mes de enero no ser incluido en las listas del PP con motivo de las últimas elecciones y de descartar finalmente abandonar la política, el alcalde ha conseguido mantenerse estos meses al margen del debate interno abierto en su partido en torno al liderazgo de Rajoy, a quien ha expresado reiteradamente un firme apoyo.

Frente al alcalde, se ha situado su gran adversaria política Esperanza Aguirre, quien ha amagado en este tiempo con presentar una candidatura alternativa a la de Rajoy en el XVI Congreso de junio.

El pasado 15 de enero Rajoy desvelaba una de las principales incógnitas de sus listas electorales: no contaba con Ruiz-Gallardón y tampoco con Esperanza Aguirre.

El alcalde madrileño llevaba meses reiterando su disposición al líder del PP de acompañarle en la candidatura por Madrid para ayudarle a ganar las elecciones.

En marzo de 2006 fue una de las primeras ocasiones en las que Ruiz-Gallardón expresó su deseo de ir en las listas al Congreso, si bien explicó que no tendría otro objetivo que ayudar a Rajoy.

En mayo de 2007, en plena euforia en el PP por haber ganado al PSOE en número de votos las elecciones autonómicas y municipales, volvía a mostrarse dispuesto a ayudar a lo que estuviera en su mano para que Rajoy fuera presidente del Gobierno.

Meses después, en agosto, en una entrevista con Efe, el alcalde expresó de nuevo su disposición a ir en las listas y aseguró que su responsabilidad como primer edil sería, "por supuesto", compatible con un escaño en el Congreso.

Llegó enero y Ruiz-Gallardón supo que no iría en las listas, tras un órdago de Aguirre a Rajoy asegurando que si el alcalde figuraba en la candidatura ella también quería estar, aunque fuera renunciando a la Presidencia de Madrid.

Dejó pasar un mes de silencios y el 14 de febrero el alcalde anunciaba que no dejaría de participar en la campaña electoral por el hecho de no ir en las listas.

Cuatro días después, el 18 de febrero, Aguirre y Ruiz-Gallardón se daban el beso más esperado de la política en los últimos tiempos, un mes después de ese serio desencuentro.

Después de que el PP perdiera las elecciones y del anuncio de Rajoy de optar a la reelección como presidente del partido, el alcalde madrileño sólo ha tenido palabras de elogio.

Ha valorado la decisión de Rajoy de continuar y algunos de sus nombramientos que han suscitado más polémica en el PP, como el de la nueva portavoz parlamentaria, Soraya Sáenz de Santamaría, que el alcalde calificaba de "acierto absoluto".

Ruiz-Gallardón hablaba desde Pekín el 10 de abril, ante los amagos de Aguirre de presentar una candidatura, para advertir a la "indecisa" presidenta de Madrid que tiene "derecho" a presentarse al Congreso, pero que no tendrá el apoyo mayoritario de los militantes.

Ayer el alcalde pedía a su partido que diluya las "tensiones" y se ponga "a trabajar" cuanto antes "detrás de Rajoy" y aseguraba no haber pedido ninguna responsabilidad.

De hecho Rajoy no revelaba hoy si será su número dos. "Tengo que hablar con él, pero cuento con él para la próxima dirección del partido", señalaba. Una conversación pendiente, de la que saldrá el futuro político del todavía alcalde.