Zamora, J. M. SADÍA
El ministro de Justicia luso, Alberto Martins, abrió ayer la posibilidad a que España pueda juzgar directamente a los dos presuntos etarras detenidos el sábado en Portugal -Garikoitz García e Iratxe Yáñez- a través de una Orden Europea de Detención (OED) y sin necesidad de un proceso de extradición.
En todo caso, serán las autoridades judiciales lusas quienes tomen la decisión en respuesta a las dos órdenes emitidas por el juez de la Audiencia Nacional, Fernando Grande Marlaska. Esta posibilidad permitiría que los dos terroristas arrestados tras la operación de la Guardia Civil en Zamora fueran entregados a España para responder por sus delitos en un plazo inferior a un mes.
Ante la posibilidad de que ETA cuente con operatividad en Portugal, el ministro Martins advirtió que «en este momento no tenemos ningún indicio de que esto sea así».
Los dos etarras detenidos el sábado quedaron anoche en prisión preventiva tras ser sometidos a un largo interrogatorio en el tribunal luso que decidirá su destino inmediato, que podría ser la entrega a España.
Garikoitz García Arrieta e Iratxe Yáñez Ortiz de Barron fueron interrogados durante más de cuatro horas en el Tribunal Central de Instrucción Criminal de Lisboa, al que la Policía los condujo a las dos de la tarde.
Ni las autoridades policiales ni las judiciales informaron sobre la comparecencia, pero el abogado de los etarras dijo que se habían «apreciado» las acusaciones que pesan contra los detenidos y ordenada su prisión preventiva.
El magistrado también tuvo en cuenta a la hora de ordenar la reclusión el posible peligro de fuga y la continuación de actividad criminal, según explicó el defensor, quien dijo que a García Arrieta -que conducía la furgoneta y logró huir en el coche de los guardias civiles- ha sido recluido en prisión preventiva por las sospechas de robo y terrorismo que hay en su contra.
En el caso de Yáñez, que precedía a la furgoneta en un Opel Astra, se le han apreciado los posibles delitos de falsificación de documentos y apoyo a actos terroristas. De no haber tenido en cuenta la información de las autoridades lusas por las españolas, los dos etarras podrían haber quedado en libertad, aunque con cargos.
