Barcelona / Oviedo

Laureano Molins López-Rodó, jefe del equipo médico que atiende al Rey don Juan Carlos, es un reconocido experto en cirugía torácica, de cuya unidad es jefe en el Hospital Clínico de Barcelona, y en cáncer de pulmón. Molins, titulado en medicina por la Universidad Autónoma de Barcelona, adquirió experiencia en algunos de los más prestigiosos hospitales estadounidenses, con la Clínica Mayo o el Massachusetts General Hospital. Ahora Molins está ligado al Hospital Clínico de Barcelona, un centro público dependiente de la Generalitat de Cataluña, que es todo un referente mundial en áreas como la oncología, la neumología y la cirugía torácica. En el centro se realizan más 60 operaciones diarias, lo que supone unas 22.000 al año.

Aunque en otro hospital, Molins ha tenido en sus manos la salud de otro conocido personaje de la vida pública española, como es la del cantautor catalán Joan Manuel Serrat. El músico fue operado por Molins el pasado 11 de marzo después de que en una chequeo rutinario se le detectase un nódulo en uno de sus pulmones. Serrat fue operado de urgencia, ya que no quería retrasar la gira por España que en esos momentos estaba preparando. «Está en las mejores manos, en las manos del mejor médico», han dicho desde el entorno familiar del cantante después de conocer que don Juan Carlos fue operado por Molins. Serrat no quiso hablar directamente de su experiencia. El pasado 21 de abril el cantautor volvió a los escenarios para presentar su último disco.

Además de por el prestigio de Molins, en varios círculos se ha relacionado la decisión de operarse en el Clínico de Barcelona como un gesto del Rey hacia la sanidad pública, que ha sido destacado tanto por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, como por José Montilla, presidente de la Generalitat. Es conocido que don Juan Carlos aprovechaba las vacaciones de verano que la familia real realizaba en Mallorca para tratarse en un centro privado de Palma. El Monarca se sometía en las islas a chequeos periódicos en la Policlínica Miramar, fundada y dirigida por el doctor Miquel Dalmau. Dalmau, que fue presidente del RCD Mallorca, acabó dimitiendo en junio de 2007 como presidente del consejo de administración de la sociedad que gestionaba la clínica tras problemas con uno de sus socios. Días atrás, Dalmau, enfermo de depresión, apareció muerto tras despeñarse con su vehículo por un acantilado.