Madrid / Oviedo

La aprobación in extremis del recorte del déficit ha obligado al Gobierno ha reducir en un 7,7 por ciento el techo del gasto para el próximo año, lo que va a dificultar al máximo las complicadas negociaciones del PSOE para los presupuestos de 2011 y evitar que el presidente Zapatero se vea obligado a convocar elecciones anticipadas como exigen el PP, CiU y otros grupos de la oposición.

Un día después de haber evitado una desastrosa derrota por un solo sufragio en la agónica votación en el Congreso, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega descartó el adelanto electoral e incluso que el Presidente se someta a una moción de confianza. «El proyecto que impulsa Zapatero está hoy más vivo que nunca» y «los ciudadanos le otorgaron su confianza para gobernar durante cuatro años y ese tiempo no ha finalizado», respondió a la oposición.

La vicepresidenta Elena Salgado explicó que el límite del gasto con el que contará el Gobierno para el próximo año se reduce un 7,7 por ciento, lo que equivale a 10.000 millones menos. En concreto esta magnitud bajará de los 132.442 millones de este ejercicio a los 122.256 millones de euros. De la Vega enmarcó este recorte en la línea de «necesaria austeridad» y advirtió de que en 2011 será necesario «un gran esfuerzo de contención» para disminuir el déficit público actual a 2,8 puntos.

Este año se prevé que el déficit del conjunto de las administraciones será del 9,3%; bajará hasta el 6% en 2011, al 4,4% en 2012 y al 3% en 2013. Para conseguir este objetivo, el déficit de la Administración central deberá ser de un 5,9% este año, que se reducirá hasta el 2,3% en 2011, se ampliará al 3,2% en 2012 y se recortará al 2,1% en 2013, según informa la agencia «Efe».

Las previsiones para las comunidades son de un 3,1% en 2010, un 3,3% en 2011, un 1,3% en 2012 y un 1,1% en 2013. Para los ayuntamientos: un 0,6% en 2010, un 0,8% en 2011, un 0,3% en 2012 y un 0,2% en 2013. Mientras, la Seguridad Social contará con superávit en los cuatro ejercicios: del 0,2% en 2010, y del 0,4% en los tres restantes.

Salgado cifró los ingresos para 2011 en 104.539 millones, lo que unido a un objetivo de déficit del 2,3 por ciento (24.331 millones y a ajustes de contabilidad nacional que ascienden a 21.186 millones), sitúa el límite de gasto en 150.056 millones.

Los ministerios verán reducidos en 2011 sus presupuestos un 15% «o más», el doble del 7,7% que se pretende aplicar al conjunto del gasto. La Vicepresidenta evitó pronunciarse sobre la supresión de las ayudas a los parados, una de las partidas amenazadas por la tijera de la crisis.

El PP advirtió ayer al Gobierno de que votará en contra del 7,7% de reducción del techo de gasto porque debería llegar al 11%. Cristóbal Montoro añadió que con ese proyecto de presupuesto aumentará la deuda pública y dañará la «credibilidad» de España. Por último, acusó a Zapatero de no tener capacidad para liderar la recuperación en una situación de emergencia como la actual. El PSOE tachó de desleal el rechazo del PP.

El portavoz socialista José Antonio Alonso aseguró que no contempla el escenario de que finalmente no se aprueben los presupuestos, aunque reconoció que el proceso de negociación será «complicado» y «duro». Así lo dijo en respuesta al aviso de CiU de que no dará su apoyo a las cuentas públicas de 2011 y que entonces, si no logra aprobarlas, Zapatero deberá convocar elecciones. «Ellos defienden sus intereses y nosotros los nuestros, ha habido muchos espacios de encuentro pero no les hemos tenido de socios presupuestarios», añadió. «No ignoramos las dificultades, pero las iremos salvando», dijo Alonso, quien se mostró convencido de que no habrá adelanto electoral aunque ésta es una legislatura «muy complicada». El PSOE volverá a buscar el apoyo del PNV, Coalición Canaria y el BNG para sacar las cuentas adelante.

Ante las insistentes preguntas de los periodistas por la falta de apoyos del Gobierno en la aprobación del decretazo, María Teresa Fernández de la Vega afirmó que sería «una irresponsabilidad» adelantar las elecciones y descartó que el Presidente vaya a someterse a una cuestión de confianza. «El Ejecutivo «va de frente y con pulso firme « y «no en clave electoral», dijo.

Zapatero se siente «acompañado «por los ciudadanos y que su proyecto «está más vivo que nunca», declaró. La Vicepresidenta añadió que los ciudadanos otorgaron su confianza para cuatro años, un tiempo que no ha transcurrido aún, por lo que seguirán gobernando «con decisión y valentía» para sacar a España de la crisis económica. «El proyecto que impulsa el Presidente está más vivo y vigente que nunca», remachó. También el ministro Rubalcaba descartó un adelanto electoral y dijo desconocer por qué Rajoy «quiere una tercera derrota».