El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, anunció en el Congreso «profundas» reformas de la legislación ambiental, especialmente en tres grandes áreas: agua, costas y calidad del aire. Cañete abogó por los trasvases solidarios para aprovechar aguas excedentarias en el marco de un nuevo plan hidrológico a la vez que cuestionó el futuro de la política de desaladoras.

Cañete avanzó una reforma «profunda, rigurosa y seria» de la ley de Costas, de 1988, porque «su aplicación ha generado controversia, inquietud e inseguridad jurídica» a los ciudadanos y ha frenado la actividad económica en el litoral.

Su intención es alargar más allá de 2018 las concesiones de uso en dominio público y el permiso de chiringuitos y viviendas en primera línea y autorizar en el litoral el desarrollo de «actividades económicas no perjudiciales». Sin concretar, el Ministro aseguró que hará compatible la protección de la costa con esas actividades económicas. Además se recuperarán terrenos degradados para esas actividades, «mediante la desafección de espacios del dominio público que ya no requieran protección por haber perdido sus valores naturales», lo que posibilitará que el terreno público pase a manos privadas.

«Voy a poner en valor nuestras costas y playas. En el litoral hay ejemplos nefastos y magníficos, y yo prefiero copiar los magníficos», dijo. Cañete prometió medidas para conservar el medio marino, la protección de los humedales costeros, impulsar una red de Zonas de Especial para las Aves Marinas y revisar el marco normativo de los Parques Nacionales.

También reformará la ley de Calidad del Aire, de 2007, que restringe el tráfico por las ciudades en caso de crisis ambiental. Añadió que su reto será reducir las emisiones difusas (de sectores como el transporte). Cañete no asumirá la reducción de emisiones del 30 por ciento para 2020 en la Unión Europea, porque «no cumplo ni el 15 por ciento de Kioto. Además, reorientará la compra de derechos de emisión para apoyar a las empresas.