La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, afirmó ayer que la regeneración democrática es «absolutamente imprescindible» para acabar con la indignación popular y que el «ambiente de corrupción» no frene la recuperación económica, y añadió que para eso se puede «contar» con su ayuda.

Aguirre matizó que se puede «contar» con ella, pero no desde «la primera línea», a la que no quiere regresar, sino desde la política, que no piensa abandonar. Abogó por «devolver a los ciudadanos el poder que estos años les han quitado» los partidos; exigió más agilidad a la Justicia, la reforma de la ley electoral que acabe con «las listas cerradas y bloqueadas» y el cambio del sistema de acceso a la política que termine con los «profesionales».

Sobre el «caso Madrid Arena» y refiriéndose a la marcha del imputado Antonio de Guindos, dijo que en España «la dimisión no se lleva», pero que ella, «como dimisionaria», cree «que habría que poner (esa práctica) muchísimo más al día». La corrupción, subrayó Aguirre, no es una cuestión que tenga exclusivamente «en el punto de mira» al PP, sino a otros partidos como CiU «por unas concesiones y adjudicaciones que la fiscalía considera irregulares» y al PSOE, «que robó a los parados para dárselo a algunos con los que tenían amistad».

«Si queremos que los primeros atisbos de recuperación económica no se vean paralizados como consecuencia del ambiente generalizado de corrupción que tiene indignada a la opinión pública, es imprescindible que hagamos la regeneración que España necesita 33 años después de haber comenzado la democracia», proclamó.

Abogó por exigir a quienes quieran ingresar en política que hayan cotizado a la Seguridad Social para que esta actividad sea un «honor temporal» y para que «la gente tenga a dónde volver el día que no sea tan dócil como para aceptar propuestas que sean incorrectas y muchísimo menos ilegales». Defendió «liberalizar» las concesiones sometidas a permisos o licencias porque «incitan a la corrupción» o la subasta pública para adjudicar contratos mediante dos «sobres», palabra que suscitó murmullos hasta el punto de que Aguirre comentó irónicamente: «Ha sido fatal esto...».

Sobre el «caso Bárcenas», dijo que «le duele como a todos» lo que ha hecho el ex tesorero del PP, alguien que, ha comentado con ironía, «parece que juega en bolsa de manera impresionante» para tener una cuenta en Suiza con 22 millones. En cuanto a si la ministra Ana Mato debería dimitir tras las nuevas informaciones sobre la imputación de su ex marido, Jesús Sepúlveda, en la «trama Gürtel», Aguirre afirmó: «es una cuestión personal y es ella quien tiene que decidir. En cuanto a quién ha filtrado los «papeles de Bárcenas», dijo que «no tenía ni idea». Sobre los supuestos cobros en negro añadió: «Como toda gran mentira, a lo mejor tiene su parte de verdad».

El socialista Eduardo Madina instó al presidente Rajoy a dar explicaciones convincentes del «caso Bárcenas» «para que nadie tuviera ninguna duda sobre su honorabilidad» y a pedir perdón por el hecho de que el ex tesorero del PP tuviera cuentas opacas con millones en Suiza durante 20 años. El portavoz del PSOE le instó a seguir el ejemplo del popular Rafael Merino, quien se disculpó porque «no es de recibo» esa falta de reacción. Además dejó claro que su partido seguirá reclamando al jefe del Gobierno que «dé la cara» por este caso de corrupción «tan tremendo», que sería el mayor de la historia del país. Pérez Rubalcaba, por su parte, dijo que la amnistía fiscal era «un traje a la medida de los defraudadores». Desde IU, Llamazares advirtió de que el PP está cavando su tumba electoral con Bárcenas, porque esto no son «hilillos» de corrupción, sino «una hemorragia».