La CUP insistió ayer en su propuesta de una presidencia "coral" o "rotatoria" para Cataluña y volvió a dejar muy clara su frontal oposición a que Artur Mas siga al frente de la Generalitat. La "número dos" del partido anticapitalista, Anna Gabriel, se sentó de nuevo ante los micrófonos de la radio pública catalana y esta vez para asegurar que la decisión de no investir a Mas "es colectiva" y ya está tomada por las asambleas del partido.

Gabriel lamentó que a pesar del esfuerzo que han dedicado a aclarar este punto se siga haciendo una interpretación de su postura "bastante simplista". Y ante la insistencia del entrevistador, se valió de la ironía: "Hay 135 diputados y al final la CUP tiene diez. Hay vida más allá de los diputados de la CUP".

Exigió que se ponga el foco mediático en otros aspectos, porque cree que se está perdiendo la ocasión de "tomar el pulso a la capacidad de desobediencia que hay en el nuevo arco parlamentario". Así, deseó que la Consejería de Enseñanza ponga al frente a alguien que desobedezca la ley Wert y que se siga aplicando la ley de pobreza energética.

"Si el nuevo Govern no hace cosas así, es que caminamos hacia un sitio que no se llama independencia y soberanía", afirmó, después de revelar que las conversaciones con Junts pel Sí ya han comenzado, aunque lejos de los focos, ya que quieren que las reuniones de las próximas semanas sean discretas.

Y sobre la imputación de Mas por el proceso participativo del 9-N, advirtió que también hay imputados por haber organizado un referéndum social y personas "perseguidas por la Generalitat" por participar en una huelga general. "No estamos dispuestos a que parezca que en este país sólo hay una persona imputada por defender la democracia".

Entre tanto, el "número uno" de la CUP, Antonio Baños, convirtió la "presidencia coral" de la que el jueves habló Gabriel en una "presidencia rotatoria, vicepresidencias poderosas o un Govern de cualquier otra forma".

"Nosotros lanzamos guantes esperando que alguien los recoja", reconoció el cabeza de lista del partido, dando a entender que la opción de una presidencia con tres o cuatro personas no es una propuesta elaborada ni la única que ponen sobre la mesa.

Sin embargo, después de las intervenciones públicas de Gabriel y Baños, la formación anunció en un comunicado que aplaza "todos sus compromisos comunicativos" y, en consecuencia, su posicionamiento público en entrevistas mediáticas, hasta su conferencia política, fijada para el día 8, para evitar más presiones.

Pero las propuestas de la CUP fueron desautorizadas por la dirección de Convergència (CDC), el partido de Mas, integrado en la candidatura Junts pel Sí. El coordinador general, Josep Rull, les advirtió: "No puede haber cuatro presidentes de la Generalitat porque el Estatut lo impide".

"No conozco ninguna región fuerte del mundo ni ningún país de la UE que tenga cuatro y no un presidente o presidenta", dijo la candidata de C's, Inés Arrimadas. Y el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, junto a Pedro Sánchez, reto a la CUP a cumplir su palabra de no investir a Mas.

Por su parte, el líder del PPC en el Parlament, Xavier Garcia Albiol, ofreció a C's unidad de acción frente al independentismo en la Cámara catalana, algo que los populares plasmarán en un documento de propuestas que harán llegar en los próximos días a Arrimadas y al PSC. La dirigente de C's promueve un frente común contra el independentismo y la corrupción con un documento de medidas que días atrás remitió a los dirigentes de las listas contrarias a la secesión, PSC, PPC y Catalunya Sí Que es Pot.