Jordi Pujol Ferrusola, primogénito del expresidente de la Generalitat, se presentó ayer en los juzgados de guardia de Barcelona con la intención de entregar voluntariamente su pasaporte y tratar de demostrar, así, que no piensa eludir a la justicia. El juez dejó constancia de su personación, pero le devolvió el documento, al no constarle requerimiento de ningún órgano judicial para retirárselo.

Con esta iniciativa, el hijo mayor del expresidente catalán se adelanta a la decisión que debe tomar el juez De la Mata de la Audiencia Nacional, que a instancias de la acusación popular ejercida por UPyD requirió el lunes la opinión de la Fiscalía sobre si debe citarle de nuevo a declarar y si cabe imponerle la prisión preventiva.

Además, los abogados de Pujol Ferrusola piden en un escrito al juez De la Mata -que lo investiga por blanqueo de capitales- que lo vuelva a citar a declarar como imputado para aclarar la comisión rogatoria remitida por Andorra, que constata 31,8 millones de ingresos en efectivo de origen desconocido en sus cuentas.

De la Mata investiga los movimientos de divisas de Pujol Ferrusola y es posible que también asuma la instrucción de la fortuna oculta de su familia en Andorra, ya que la juez de Barcelona que lleva el caso se inhibió días atrás en su favor, en una decisión que la defensa ha recurrido.