Junts pel Sí (JxS) volvería a ganar las elecciones catalanas, pero con un descenso de entre 4 y 6 escaños que haría peligrar la continuidad de la mayoría absoluta independentista con la CUP. Por el contrario, las confluencias de izquierda de la órbita de Podemos duplicarían sus resultados y le disputarían la hegemonía de la oposición a Ciudadanos.

Además, el estudio del Centro de Estudios de Opinión (CEO) de la Generalitat, el CIS catalán, apunta a que En Comú Podem vencería nuevamente en Cataluña si se celebraran otras elecciones generales. La fuerza que encabeza Xavier Domènech mantendría sus 12 escaños en el Congreso, ERC y C's aumentarían su representación y DiL perdería apoyos.

En unas nuevas autonómicas catalanas, JxS -formada por CDC y ERC- sufriría una caída en sus resultados que incluso podría hacer peligrar la actual mayoría en la Cámara catalana a favor de la ruptura con España.

JxS cosecharía 56-58 (ahora tiene 62), lo que sumado a los 9-11 de la CUP (actualmente tiene 10) haría que ambas formaciones solamente rozaran o incluso perdieran la mayoría absoluta independentista de la que gozan ahora en el Parlament, con cuatro escaños más de los requeridos (68).

C's, actualmente el primer partido de la oposición, pasaría de 25 escaños a 22-23, mientras que la irrupción con mayor fuerza la protagonizaría Catalunya Sí Que Es Pot (ICV y Podem), que multiplicaría por dos su representación, de 11 a 21-23 diputados. El PSC de Miquel Iceta perdería entre dos y tres escaños (13-14), mientras que el PPC obtendría entre 9 y 11.

En referencia al debate soberanista catalán, los partidarios y contrarios de la independencia en Cataluña se situarían en un empate técnico prácticamente total, con tan sólo dos décimas de diferencia entre ambas opciones.

Así, un 45,3% de los encuestados está a favor de la independencia, mientras que un 45,5% está en contra, lo que supone un "empate técnico: la diferencia es de cuatro personas", señaló el director del estudio, Jordi Argelaguet.

En otro orden de cosas, el consejero de Economía catalán, Oriol Junqueras, y el ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro, se reunieron ayer en Madrid, horas después de que la agencia de calificación crediticia Standard and Poor's (S&P) degradara un escalón más la calificación de Cataluña, ya considerada bono basura, al pasarla de un BB- a un B+. Junqueras juzgó "artificial" la nota de S&P, ya que Cataluña no tiene apenas capacidad de recaudar.

Tras su reunión con Montoro, Junqueras cifró en unos 1.090 los millones que tendrá que abonar el Gobierno a Cataluña por el "cálculo inadecuado" del sistema de financiación autonómica del año 2015. El Ministro se comprometió a pagar mes a mes los anticipos de tesorería que la Generalitat solicite y justifique.