Dos de los veinte testigos que declararon ayer ante el tribunal que juzga el caso Nóos, la directora de una empresa de limpieza y una encuestadora, aseguraron que el Instituto Nóos no les pagó parte del trabajo que realizaron.

Una enfermera que realizó dos tandas de encuestas para un estudio sobre el síndrome del trabajador quemado detalló que por la primera parte cobró 420 euros. Luego llegó a acudir en tres ocasiones al Instituto Nóos para reclamar que le pagaran la segunda, antes de desistir porque le decían que no tenían su cheque preparado. La directora de una empresa que limpiaba las oficinas de Nóos hasta que cerró también manifestó que le dejaron una deuda. "Desaparecieron y no pudimos reclamar a ningún sitio", detalló.