El fotógrafo leonés José Manuel López, liberado este sábado en Siria, después de haber pasado casi 10 meses secuestrado por el Frente Al Nusra, la filial local de Al Qaeda, se formó en la Escuela de Arte de Oviedo, donde finalizó sus estudios de Fotografía a mediados de la década de 1990.

López, que fue secuestrado en julio de 2015 en unión de los periodistas Antonio Pampliega y Ángel Sastre, "era un chico al que le interesaban mucho los estudios", según recordó para LA NUEVA ESPAÑA pocos días después de su desaparición José Antonio Casanueva, director del citado centro educativo, quien explicó que cuando uno de los alumnos de la institución tiene una trayectoria profesional como la de José Manuel López, "siempre se tiene el miedo de que algo así pueda ocurrir".

Javier Luengos, profesor del fotoperiodista liberado, aseguró que "por aquella época era un estudiante con un grandísimo interés, que es mejor muchas veces que ser el más aplicado". Desde sus primeros compases como estudiante, añadió Luengos, López "tuvo siempre interés por el fotoperiodismo", dedicación a la que se empleó con continuidad desde que empezó a trabajar.

"Sus trabajos miran el lado humano, por eso ha recibido tantos premios", explicó su profesor, quien hizo hincapié en su profunda conciencia social al asegurar que aunque "sabe que no puede cambiar el mundo, considera que sí puede concienciar sobre sitios desconocidos".

El fotoperiodista leonés comenzó su andadura profesional en su ciudad natal. David Rubio, director del diario "La Nueva Crónica", que trabajó con él en Bosnia, y José Javier Porras, que fue uno de sus compañeros en "La crónica de León" recordaron que no pasaba mucho tiempo en la redacción. "Le horrorizan las ruedas de prensa. Siempre prefirió ver lo que pasa en primera persona, que nadie se lo cuente", subrayó Rubio.

Los dos profesionales fueron testigos de cómo el fotógrafo comenzaba a interesarse por el periodismo de guerra. "Mientras nosotros nos íbamos de vacaciones, él viajaba para hacer reportajes", dijeron, sin poder evitar lanzar una pequeña broma: "Uno en Conil y el otro en Kosovo".

Su afición acabó convirtiéndose en su trabajo, gracias al que cosechó varios reconocimientos internacionales. Tras recorrer más de sesenta países, el viaje en el que fue secuestrado junto a Pampliega y Sastre era su noveno desplazamiento a Siria, país inmerso en una sangrienta guerra civil desde hace ya más de cinco años. A merced de varios bandos enfrentados entre sí y con la presencia de numerosos grupos yihadistas, Siria se ha convertido actualmente en una de las zonas más peligrosas del mundo.

Su trabajo con Pampliega era muy apreciado sobre el terreno. "En esa zona todo el mundo sabe quiénes son", afirmó Porras. Tanto él como Rubio alabaron la dedicación con la que López se entrega a su oficio de "freelance" desde hace varios años.

"Es un hombre valiente. Al no depender de nadie, lo que cuenta es libertad en estado puro", dijeron. "Siempre que viene a León está buscando dónde puede haber una noticia. La pena es que como 'freelance' puede cobrar en un conflicto lo mismo que un fotógrafo en Madrid", recordaron sus colegas.