La gestora del PSOE nombró ayer al expresidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, portavoz del Grupo Socialista en el Senado. El órgano que encabeza Javier Fernández mantiene, sin embargo, la incógnita sobre la fecha de su comité federal, por lo que sigue sin despejar el calendario hacia la investidura de Rajoy.

La gestora ratificó en su puesto al portavoz del Grupo Socialistas en el Congreso, Antonio Hernando, y acordó sustituir al del Senado, Óscar López, por el expresidente del Principado Vicente Álvarez Areces, a quien el portavoz de la dirección del PSOE, Mario Jiménez, atribuyó una "larga experiencia política y de consenso". En la misma línea de apuntalar la disciplina al unificar las voces de sus representantes parlamentarios y de que todos asuman la posición que fije el comité federal del partido, la gestora acordó sustituir a Iratxe García, quien hace una semana presentó su renuncia como jefa de la delegación del PSOE en la Eurocámara, por Ramón Jáuregui. Elena Valenciano, que fuera la número dos de Rubalcaba en el PSOE, sustituirá al madrileño Enrique Guerrero en la vicepresidencia de dicha delegación.

El camino hacia la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno todavía no está despejado. La gestora mantiene la incógnita sobre la fecha en que convocará el comité federal, el órgano que deberá aprobar el paso del rechazo al candidato popular a la abstención.

El cruce del calendario interno del PSOE con los plazos legales de la investidura y los compromisos oficiales del Rey convierte las tres semanas que quedan de octubre en una endiablada trama de tiempos difíciles de encajar, que tienen como límite el 31 de octubre, día en el que las Cortes se disolverán y concluirá la legislatura si no está investido un nuevo jefe del Ejecutivo. Tras la reunión de la gestora, su portavoz reconocía estas complicaciones al señalar que su tarea se centra ahora en "conciliar el calendario interno con el de la investidura". Por ahora no hay fecha para convocar el comité federal, que tendría que reunirse en la semana del 17 al 23 de octubre para debatir el posible cambio de postura y ante el que la gestora evitará pronunciarse en favor de ninguna de las opciones que los socialistas tienen sobre la mesa. "No vamos a mojarnos con ninguna posición", señaló ayer Jiménez, portavoz del PSOE andaluz y hombre de confianza de Susana Díaz en su primera comparecencia. La dirección provisional de los socialistas quiere avanzar en la pacificación interna antes de convocar al máximo órgano entre congresos, lo que Jiménez denominó "generar condiciones y aclimatar para que haya un debate sosegado".

Lo que está descartado, pese a que Javier Fernández lo anunció la semana pasada, es una reunión del consejo territorial, donde están representados los secretarios generales de todas las federaciones. Jiménez lo achacó ayer a un problema de agenda, aunque también se considera que la cita puede servir para avivar las importantes discrepancias que ahora hay en el seno del partido.

El PP apremió ayer al PSOE a resolver cuanto antes sus problemas internos y despejar el camino hacia la investidura de Rajoy.

El portavoz de la gestora atribuyó a su "incapacidad y complejos" las críticas de Podemos contra el presidente del Principado. "Después de tantas lecciones, no acaban de asumir que Javier Fernández es un referente" y esas descalificaciones son "expresiones de su propia debilidad", añadió Jiménez, quien reprochó al líder de la formación morada, Pablo Iglesias, su "obscena actitud ante el PSOE" y su "obsesión por volar los puentes de entendimiento de la izquierda española".