La gestora del PSOE, que preside el asturiano Javier Fernández, se plantea abordar a corto plazo el cambio de la relación entre el PSOE y el Partido de los Socialistas Catalanes (PSC). Será un objetivo próximo y la decisión se tomará en un comité federal, según fuentes consultadas, conscientes de que será otro elemento de fricción interna en el partido.

La actual dirección del PSOE discrepa de los planteamientos expresados por dirigentes catalanes, que consideran que la relación entre ambos partidos "hermanos" debe discutirse en congresos de ambas formaciones. "Una ruptura puede acometerse con que una de las partes quiera", aseguraron medios consultados, que recalcan que no son ninguna novedad las tensiones entre ambos partidos.

La gestora busca un punto de acuerdo con la dirección del PSC, que también asume la necesidad de modificar la relación de ambos partidos, pese a las declaraciones públicas contrarias de algunos dirigentes, sostienen las mismas fuentes. De hecho, atribuyen la inmovilista posición adoptada por los socialistas catalanes en el debate de la abstención a Rajoy al proceso congresual que atraviesa el propio partido, interesado además en explorar nuevas relaciones con el partido autonómico que quiere impulsar Ada Colau.

Hay distintos modelos sobre la mesa, pero uno de los que se plantea es el de un acuerdo que siga implicando que el PSOE desiste de tener una federación propia en Cataluña, como hasta ahora, y la relación con el PSC pueda ser más flexible. Eso sí, sin que los catalanes puedan participar en los órganos de gobierno federales del PSOE. "Tampoco el PSOE está en los del PSC", recalcan las mismas fuentes.

La salida de los catalanes de los órganos federales implicaría que no puedan participar en las primarias para elegir secretario general, motivo por lo que el sector crítico sanchista se opone a esta decisión. Es precisamente en Cataluña donde Pedro Sánchez tiene un buen saco de apoyos en su carrera por el control del partido.