Mariano Rajoy aprovechó ayer la crisis abierta entre Junts pel Sí (JxS) y su socio en el Parlament, la CUP, por la detención de cinco independentistas que quemaron fotos del Rey en la última Diada, y recomendó al presidente catalán, Carles Puigdemont, "huir de los extremistas" y aceptar su oferta de negociar asuntos "concretos" e "importantes" que afectan a los ciudadanos.

Con su invitación al diálogo, el presidente del Gobierno intenta atizar las fuertes desavenencias surgidas entre el Gobierno de Puigdemont y los "cuperos", que piden la destitución del consejero de Interior, Jordi Jané, por haber ordenado a los Mossos d'Esquadra detener a los cinco jóvenes, que se negaron a personarse ante el juez la semana pasada.

La CUP acusa a Jané de haber actuado, no para cumplir órdenes, sino "de oficio", y de "torpedear" el proceso soberanista liderando "la acción represiva". La diputada Mireia Vehí llegó ayer a preguntarse: "¿Qué pasará cuando el Estado prohíba el referéndum? ¿Serán los Mossos los primeros en cerrar las urnas?".

La trifulca entre los dos socios llega en un momento crucial para el proceso soberanista. La semana que viene comienza en el Parlament el debate de los Presupuestos, que JxS no podrá sacar adelante sin los diez diputados "cuperos". Si no hay cuentas, Puigdemont advierte que el calendario secesionista -con parada final en el anunciado referéndum de septiembre de 2017-, se detendrá. Pero la CUP cree que las detenciones constituyen "un hecho grave y de calado político" que el partido "tendrá en cuenta".

Por toda respuesta, la portavoz del Govern, Neus Munté, reafirmó el "pleno apoyo" del Ejecutivo a Jané, aunque esperando, al mismo tiempo, que no se rompa la "cadena de confianzas" entre ambas formaciones. El portavoz adjunto de JxS en el Parlament, Roger Torrent, fue taxativo: "No podemos pedir que los funcionarios desobedezcan las leyes".

La CUP contestó divulgando el informe que los Mossos remitieron el 12 de septiembre a la Audiencia Nacional, en el que no sólo denunciaban de oficio a cinco independentistas por quemar fotos del Rey, sino que hacía lo propio sobre otros tres que quemaron una bandera española.

En este tenso clima, Rajoy, que ayer se sometía al control del Senado, quiso dar un "consejo" a Puigdemont: "Huya de los que quieran acabar con todo, huyan de los extremistas que están buscando con todas las fuerzas de que son capaces el enfrentamiento. Por ahí no van a parte alguna". En cambio, con "un poco de buena voluntad por su parte", "podríamos hablar de muchas cosas". Y citó entre ellas las 46 peticiones que Puigdemont le hizo en abril en la Moncloa.

A media tarde, los cinco independentistas detenidos quedaron en libertad sin medidas cautelares tras comparecer en la Audiencia Nacional. Los dos últimos, Nora Miralles y Roger Santacana, fueron arrestados ayer cuando se trasladaban en autobús a Madrid para apoyar a los otros tres, detenidos el lunes.