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"Es un atentado contra el mundo", afirma el presidente del Centro Asturiano barcelonés

Enrique Delgado, ayer, en el Centro Asturiano de Barcelona.

"No es un atentado contra Barcelona, es un atentado contra el mundo. No hay más que ver la lista de nacionalidades de las víctimas para darse cuenta del alcance y repercusión de este ataque", valora Enrique Delgado, el presidente del Centro Asturiano en Barcelona, tras los crímenes yihadistas en Cataluña.

"Entristece ser un objetivo terrorista porque esta ciudad es modélica en tratar de resolver problemas de tipo social. Barcelona cuida a sus ciudadanos", sostiene el representante de un colectivo que cuenta con 505 socios y atiende a unas mil personas de origen asturiano. Enrique Delgado tampoco tenía ayer constancia de que hubiera algún asturiano entre las víctimas del ataque al punto neurálgico de la ciudad. "De las verificaciones que hemos realizado eso se desprende", afirmó el presidente del Centro Asturiano barcelonés, que ha estado en contacto tanto con instituciones catalanas como con el consejero de Presidencia del Principado, Guillermo Martínez. "Se interesó desde un primer momento por la situación", aseguró Delgado a este periódico.

Cuando apenas han pasado 24 horas del ataque de las Ramblas se suceden las reflexiones. "Pudo ser mucho peor porque a esa hora la furgoneta atravesó 600 metros en los que perfectamente podía haber 2.000 o 3.000 personas. El hecho de que la furgoneta partiera de la cabecera de las Ramblas confirma que el atentado estaba muy estudiado, no fue algo improvisado. Y el terrorista aprovechó un instante en el que no había presencia policial en una zona donde suele haberla", analiza Delgado, quien añade que "las Ramblas es uno de los puntos potenciales de riesgo para un atentado como la Sagrada Familia o el Puerto Deportivo porque son lugares de gran concentración de gente". Pese al riesgo, precedido por los ataques en París, Bruselas, Niza o Berlín, la población barcelonesa no vivía, asegura Delgado, con el temor a un ataque que las fuerzas policiales sí sospechaban que podía producirse desde hace dos meses. "Esa información no había llegado a la gente", asegura Delgado.

El presidente del Centro Asturiano de Barcelona es uno de los convencidos de que este atentado no supondrá un punto de inflexión "para estigmatizar" a la población musulmana, muy numerosa tanto en la Ciudad Condal como en Cataluña. "Es una comunidad que está muy integrada y muy potente, especialmente los marroquíes. Participan muy activamente en el movimiento asociativo", comenta Enrique Delgado.

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