Cataluña separa al socialismo asturiano y al del resto del país. El presidente del Principado, Javier Fernández, y el secretario general de la Federación Socialista Asturiana, Adrián Barbón, han puesto negro sobre blanco desde el pasado jueves las diferencias latentes en el seno del PSOE sobre cómo afrontar el desafío independentista. Si primero fue la plurinacionalidad el motivo de disputa dialéctica entre los sectores "javierista" y "sanchista", ahora la respuesta política tras el referéndum ilegal y las cargas policiales del pasado domingo ahonda las diferencias en un socialismo asturiano que vuelve a ser bicéfalo.

Javier Fernández se manifestó de forma rotunda esta semana. El lunes, tras el referéndum ilegal celebrado en Cataluña la víspera, aprovechó el altavoz que suponía la apertura del año judicial . "Las apelaciones huecas al diálogo y a la voluntad política son ejercicios inútiles de buenismo", sostuvo el presidente del Principado, firme convencido de que "es posible desafiar al Estado, pero quien lo haga debe perder". El aplauso de un foro compuesto por numerosos jueces y fiscales fue mucho más sentido y prolongado de lo que el protocolo suele marcar en este tipo de actos.

Después de las palabras del Presidente llegaron el miércoles más declaraciones de cargos socialistas asturianos. El miércoles habló el portavoz del Gobierno, Guillermo Martínez, para respaldar el discurso "serio y firme" del Rey y el jueves fueron el consejero de Infraestructuras, Fernando Lastra, y el portavoz socialista en la Junta, Marcelino Marcos Líndez, quienes se mostraron partidarios de la prioridad de una respuesta rotunda al independentismo por delante incluso del diálogo. A esas alturas de la semana, el secretario general del PSOE ya había anunciado su intención de convocar a los tres órganos principales del partido, ejecutiva, comité federal y comité territorial para abordar la respuesta del PSOE.

Ese mismo jueves, Adrián Barbón presidía la primera reunión de la nueva ejecutiva de la FSA y sin mediar siquiera pregunta alguna aclaró que "quien fija la posición oficial de los socialistas asturianos soy yo en nombre de la comisión ejecutiva autonómica". También hizo público su respaldo a la decisión adoptada por Pedro Sánchez y abundó en que "el diálogo forma parte de la respuesta" a la crisis desatada en Cataluña, a la vez que pedía "mesura" y "prudencia" a sus compañeros para que el debate y los posicionamientos sobre un asunto tan sensible como el catalán "tengan lugar en los órganos internos del partido para fijar una posición común". Barbón respaldó asimismo la solicitud de reprobación a la Vicepresidenta del Gobierno, anunciada por la portavoz socialista en el Congreso, Margarita Robles. "Es una decisión que adoptó la comisión ejecutiva federal, tiene el respaldo de los socialistas de Asturias y por tanto no la vamos a cuestionar", precisó Barbón.

Javier Fernández aprovechó al día siguiente el turno de preguntas al Presidente en la Junta para dejar clara su posición, "si es que alguien no la tenía" y que, llegado al caso, mantendrá en los órganos del partido. "Lo primero es volver al orden constitucional y luego, por supuesto, hablar" pero insistió en la misma línea argumental: "No hay negociación cuando no hay ley".