El candidato del PSC a presidente de la Generalitat, Miquel Iceta, está dispuesto a gobernar en minoría, con apoyos o abstenciones que faciliten su investidura, y desempeñará el cargo de "forma muy distinta a como se ha hecho hasta ahora", dejando la gestión diaria en manos de una persona de confianza. Iceta anticipa un Parlament sin una opción de Gobierno clara tras la elecciones del 21 de diciembre y se autopropone como el único capacitado para mediar entre los bloques de la cámara, al tiempo que se compromete a que, en lo que de él dependa, "no habrá repetición de elecciones". "Haré lo que sé hacer: poner a gente de acuerdo para poner en marcha un país, lo sacrificaré todo a eso, también lo que pueda tener de vanidad y protagonismo", afirmó ayer en Madrid en un desayuno organizado por Europa Press.

El número uno de la candidatura socialista tiene previsto incluso la organización de su Ejecutivo, en el que habrá "un conseller en cap capaz de gestionar el día a día". Al Miquel Iceta presidente se le vería "más por Madrid, las capitales europeas y Pekín de vez en cuando".

Presentado por el líder del PSOE, Pedro Sánchez, y arropado por casi una veintena de miembros de la ejecutiva federal, Iceta está convencido de ser el único presidente constitucionalista que puede salir de las elecciones de diciembre, incluso aunque la candidata de Ciudadanos, Inés Arrimadas, quede por delante de él, como anticipan las encuestas.

El candidato insiste en que no hará presidente a ningún independentista y muestra su interés en mantener "debates con todos". Espera que la justicia lo permita levantando unas medidas cautelares sobre los exconsejeros, que considera "desproporcionadas e introducen distorsión en la campaña". Confía en que esos debates sirvan para pedir explicaciones a los dirigentes independentistas por sus "mentiras". Descarta confrontar con Puigdemont mientras siga "de viaje de estudios" en Bruselas.