El apoyo de UGT y CC OO a la movilización del domingo en Barcelona junto a las formaciones independentistas ha encendido protestas y críticas en las bases de los sindicatos mayoritarios por toda España, Asturias incluida. Aunque las ejecutivas evitan las declaraciones públicas, dirigentes consultados reconocieron que existe malestar e indignación entre los afiliados por la imagen que han transmitido los sindicatos mayoritarios al implicarse en una movilización que las organizaciones soberanistas utilizaron para reivindicar la "libertad de los presos políticos", en referencia a los dirigentes que, imputados por rebelión, sedición o malversación, permanecen en prisión preventiva.

"La gente no entiende qué pintábamos allí", resumió ayer una militante de UGT. Fuentes cercanas a la dirección ugetista en Asturias hablaron de "fuerte malestar" entre los afiliados, si bien ese sentimiento no se habría traducido por el momento en un número de bajas elevado. Según las explicaciones recabadas, en las últimas horas en torno a una docena trabajadores y pensionistas que forman parte del sindicato habrían comunicado que lo abandonan en desacuerdo con la participación en la movilización. Otros testimonios apuntan que en organizaciones territoriales y sectoriales de Gijón, Avilés o Langreo se recibieron quejas de afiliados, algunas por carta. Parte de las comunicaciones de bajas llegaron acompañadas de escritos en los que se hace notar la indignación por la postura de los sindicatos

Esos testimonios confirman el escenario que de atemano se temía en las direcciones asturianas de UGT y CC OO, donde se extiende la idea de que las cúpulas nacionales erraron en la estrategia. El respaldo a la manifestación de Barcelona ha sido interpretado como un aval a las posiciones independentistas por más que las direcciones nacionales trataran de atemperar esa lectura alegando que el motivo central de su participación fue la defensa de una solución política y de diálogo para la crisis catalana.

"La gente se quedó con lo que vio", comentó un miembro de la dirección de CC OO en Asturias. Al igual que UGT, este sindicato ha monitorizado la reacción de los afiliados en los últimos días sin que, explicó otra fuente, se haya detectado un número de bajas elevado por la participación en la manifestación de Barcelona, finalmente monopolizada por los independentistas y con un protagonismo central para las peticiones de excarcelación de los "presos políticos".

Dirigentes de CC OO y de UGT compartieron asimismo un análisis según el cual la controvertida decisión de las direcciones nacionales que encabezan el asturiano Pepe Álvarez (UGT) y el vasco Unai Sordo (CC OO) escoraron su criterio hacia las opiniones de las organizaciones de ambos sindicatos dentro de Cataluña. Según una de estas opiniones, la afiliación a UGT y CC OO ha crecido en los últimos meses en esas comunidad, aumentando el peso de las corrientes que sintonizan con el independentismo. Un dirigente asturiano de UGT remarcó que Pepe Álvarez, asturiano de origen y catalán de adopción, propició la integración en el sindicato de sectores nacionalistas (afines a ERC) durante los 26 años en que fue secretario general de UGT en Cataluña (1990-2016). "Esa chispa saltó ahora", dijo. También ayer, una afiliada de la federación de pensionistas pedía la dimisión de Pepe Álvarez a través de "Facebook". Otra muestra de cómo la posición en Cataluña ha encendido a las bases.