R. VALLE

Son los mismos pero mejor organizados para ayudar con más eficacia a quienes más lo necesitan en estos tiempos de crisis. Esperanza Fernández Puerta, concejala de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Gijón, calificaba ayer de «hito dentro y fuera de la ciudad» y «salto cualitativo en las políticas sociales» la constitución de la red de atención a personas sin hogar del municipio de Gijón. A la firma de la edil en el acuerdo marco de constitución de esta red se sumaban las de los responsables de cinco entidades de ayuda social en la ciudad: Luis Torres, por la Asociación Gijonesa de Caridad (Cocina Económica); Luis Manuel Flórez García, «Floro», por Proyecto Hombre; Álvaro Díaz, por la Fundación Albergue Covadonga; Susana González, por la Fundación Siloé, y Adolfo Rivas, por Cáritas Diocesana.

A partir de este momento, y con el liderazgo de la Fundación Municipal de Servicios Sociales, todas estas entidades trabajarán de manera coordinada para intentar desarrollar procesos personalizados de reinserción de los «sin techo». Tener un registro fiable sobre las personas en esa situación en la ciudad, que no existe en la actualidad, y evitar duplicidades, tanto en el registro de esas personas como en la oferta de recursos que se ponen a su disposición, son los dos primeros objetivos a lograr desde esta red.

El camino para hacerles llegar a una vida normalizada será más largo. Y para ello estos dispositivos sociales se han organizado en tres niveles de atención. Los albergues, comedores sociales y oficinas de información serán la puerta de acceso a la red por su carácter abierto a todos y sin exigencia. Una vez allí, cada caso será analizado por una comisión técnica que dirigirá los pasos de ese «sin techo» dentro de los recursos sociales que existen en el municipio. En el segundo nivel de la red, que no será de acceso directo, estarán los alojamientos de media y larga estancia, los centros de días, talleres ocupacionales, grupos de apoyo y programas terapéuticos o de orientación y acompañamiento, y al tercer nivel, cuando ya se trabaja en lograr la autonomía personal del «sin techo», se vinculan los alojamientos de tutela independiente, servicios de orientación para el empleo y talleres y empresas de inserción.