«Cometí un error pero no soy una asesina». De esta manera se defendía ayer a través de las redes sociales una de las cuatro adolescentes a las que una madre ha denunciado ante la Fiscalía de Menores del Principado de Asturias como responsables del acoso al que supuestamente se vio sometida su hija en el colegio meses antes de quitarse la vida arrojándose al mar. La acusación imputa a estas cuatro jóvenes los delitos de inducción al suicidio, lesiones, amenazas, coacciones y tortura.

El Ministerio Público ya ha abierto una investigación en torno al suceso. El responsable del sumario interrogará en los próximos días a estas adolescentes. «Estoy harta de que me acuséis de una cosa que yo no hice. ¿Vosotros nunca os habéis metido con alguien? Todos hemos cometido errores y el mío fue ése. No tuve la culpa de nada de lo que le pasó a la nenina», aseguraba ayer en su perfil en internet una de las chicas. Las alumnas del colegio Santo Ángel aseguraron ya durante los primeros días de la investigación que «todo el mundo se metía con esa niña» reconociendo que la adolescente «tenía problemas».

La madre de la menor, Monserrat Magnien, ha presentado además una denuncia contra los responsables del colegio situado en Campo Valdés al que acudía su hija y en donde supuestamente fue víctima del acoso escolar. La denunciante mantiene que los tutores de la adolescente no informaron de su falta de asistencia a clase ni de los problemas que tenía con otras niñas a pesar de que ella misma se había personado en el centro tras ser informada por la madre de otra alumna de que su hija -de 14 años-, se había hecho «cortes en los brazos».

La dirección del colegio negó a través de un comunicado que en este caso se produjera «bullying» admitiendo, sin embargo, que la psicóloga del centro educativo estaba trabajando con la niña ahora fallecida para solucionar «problemas de otra índole». Precisamente este tipo de conflictos familiares y personales que tenía la menor son los que figuran en los informes de la psicóloga que atendía a la chica en el ambulatorio de Puerta La Villa y que ya fueron enviados al juzgado de instrucción en el momento del suicido. El Servicio de Atención a la Familia de la Comisaría de El Natahoyo ha interrogado en los últimos días a varios familiares y amigos de la niña fallecida con el objetivo de elaborar un nuevo atestado que será de nuevo remitido al juzgado de instrucción.

La mitad de los escolares españoles reconoce haber participado en una pelea en el último año

Un informe de UNICEF señala que los alumnos de este país se encuentran entre los últimos del mundo en reconocer casos de acoso escolar

La mitad de los niños españoles confiesa haber participado en una pelea en los últimos doce meses según se recoge en el informe «Bienestar infantil en los países ricos, un panorama comparativo» publicado por Unicef. Las cifras sitúan a los alumnos nacionales entre los más problemáticos de Europa.

De hecho, España es uno de los países del mundo desarrollado en los que los niños de 11, 13 y 15 años reconocen en menor medida que han sido víctimas de acoso escolar. Una realidad «oculta» a la vista de estas estadísticas que estos días ha vuelto a la actualidad después de que una gijonesa denunciase a cuatro adolescentes a las que acusa de someter a su hija a una situación de «bullying» que llevó a la menor, de 14 años, a quitarse la vida. A este caso asturiano se suma además el de un niño de Vigo que lleva un mes sin ir al colegio Santa Cristina de Lavadores después de haber sido víctima de una agresión.

El psicólogo educativo Jesús Ramirez aseguró ayer en declaraciones a la agencia Efe que «cada vez se producen más casos de acoso escolar entre iguales y a a edades más tempranas». «El problema es que desde el colegio estos episodios violentos son muy difíciles de detectar porque los agresores suelen actuar en momentos que no son observados», concluye el profesional.

La Asociación Contra el Acoso Escolar asegura que en Asturias se están investigando actualmente medio centenar de casos de «bullying», 16 de ellos «muy graves».