Rafaela Carrasco es coreógrafa y directora artística de la compañía Ballet Flamenco de Andalucía, con la que actuará por primera vez en Gijón mañana viernes 21 en el teatro Jovellanos. Presentan su nuevo espectáculo "Imágenes". La bailaora, nacida en Sevilla pero con residencia en Madrid, se dedica desde los 18 años en cuerpo y alma a la danza flamenca. Carrasco comenzó desde niña a bailar sevillanas y tras años de aprendizaje y experiencia ha conseguido dedicar su vida a su gran pasión: el flamenco.
-¿Qué va a encontrar el público en el espectáculo "Imágenes"?
-"Imágenes" fue creado para celebrar el veinte aniversario del ballet. Lo que he hecho en esta ocasión ha sido rescatar imágenes que han ido sucediéndose a lo largo de estos años en diferentes espectáculos. Es una obra totalmente nueva pero que evoca a todos los directores que han pasado por la compañía. Es una forma de rendir homenaje a su espectacular trabajo.
-¿Qué destacaría de los artistas que tiene bajo su dirección?
-La compañía ahora mismo es un grupo muy joven, con muchas ganas y muy variado. Cada uno de ellos aporta su estilo al grupo. Es muy rico en formas, maneras y energías.
-¿Cuántos artistas conforman la compañía?
-La compañía está formada por cuatro músicos, un cuerpo de baile de ocho componentes y cuatro solistas, entre los que me encuentro yo.
-La constancia en el baile es esencial, ¿cuánto tiempo dedican a ensayar?
-Depende de la época. Si hay funciones, la compañía trabaja aproximadamente cuatro horas al día, pero como técnica de trabajo. Cuando hay montaje se trabajan muchas más horas.
-Referente a su trabajo como coreógrafa, ¿cómo busca que cada espectáculo sea atractivo para el público?
-En mi caso, a la hora de crear intento que las coreografías sean muy actuales en estilo y forma. Siempre tengo en cuenta que no se debe olvidar de dónde venimos. Por eso, las coreografías que hago suelen ser muy amplias y actuales a nivel técnico pero sin perder la esencia del flamenco.
-¿Cómo surge su pasión por la danza flamenca?
-Me gustaba bailar desde pequeña, quería seguir aprendiendo y ya no paré. A los ocho años entré en la academia de Matilde Coral y mi formación ha sido bastante amplia: danza flamenca, española, clásica, baile regional y folclore.
-¿Qué es para usted el baile flamenco?
-Es la forma de expresarme. He pasado mucho tiempo buscando mi identidad dentro del mundo flamenco y es la forma con la que me siento más libre. Llevo 13 años en la compañía y con el tiempo he ido creando un estilo propio.
-¿Qué siente cuando está en un escenario?
-Es una liberación. Es difícil de explicar porque eres tú pero al mismo tiempo dejas de ser tú. Una vez que empiezas tienes que seguir haciéndolo.
-Ha compartido experiencias con muchos maestros del flamenco?
-Cada cosa que ido haciendo, con quién he bailado y crecido, han sido importantes. Destacaría como maestro a Matilde Coral y a Mario Maya. Como experiencias todas han hecho que mi camino se fuera enriqueciendo.
-En su opinión, ¿en qué situación se encuentra el flamenco hoy en día?
-Ha mejorado mucho, pero hay que seguir trabajando. El flamenco fuera de España se reconoce y se valora mucho más que en casa. En general en España aún hay un concepto arcaico en el que el flamenco está asociado a la juerga y folclore. Hoy en día el flamenco está en los mejores teatros del mundo compitiendo con las mejores compañías de danza y música.
