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RUMA BARBERO | Premio "Alfonso Iglesias" de cómic en lengua asturiana

"Es pistonudo que en 'Astérix y Obélix' sigan apostando por el doblaje en asturiano"

"Vivimos tiempos casi de autocensura, muchas veces somos muy delicados - con ciertas cosas que contamos"

Ruma Barbero, dibujando un cómic ante un grupo de niños. LNE

Con su trabajo "El viaxe a la lluz", Rumaldo Antón Barrero ha conseguido el Premio "Alfonso Iglesias" de cómic en lengua asturiana. Miembro fundador del grupo musical "Felpeyu", también ha publicado novelas gráficas como "Manzajú", "La Chelita", "Aguantando cachones" y "El Salvador 1992". Ahora disfruta el reconocimiento de una obra especial para él, en la que toma presencia su familia materna.

-¿Qué tiene de especial "El viaxe a la lluz"?

-Suelo trabajar mucho con el cómic biográfico y autobiográfico. En este caso se trata de una obra de ficción, pero mi familia materna participa como secundarios con historias reales sobre ellos. Hay un tratamiento diferente del color según las partes de libro, con partes donde hay gama de marrones, otra de azules, y una cuatrocromía tradicional.

-Le han premiado también por "la originalidad y complejidad de la historia, el interés temático y la renovación de las soluciones gráficas y cromáticas", ¿cómo se consigue?

-Hay saltos temporales en la historia y cambia en el hilo argumental. Empieza contando un relato sobre mi familia, con el trasfondo de los fugaos de la postguerra en Asturias, y hay un giro brusco diferente en el guión.

-¿Por qué lo presentó con el seudónimo "Charles Atlas"?

-Charles Atlas es un personaje que aparecía en muchas publicaciones de los años cincuenta vendiendo un método de gimnasia. Y esa publicidad venía también en las revistas de mecánica popular, que coleccionaba por ejemplo mi abuelo, y una revista de estas de mecánica popular tiene mucha importancia en la trama final del cómic.

-Recuerda la figura de los fugaos, que traslada también al tiempo actual con la situación de los refugiados sirios.

-Son cosas que nunca quedaron cerradas. En la obra sale algún personaje que acaba de volver del exilio de Francia. También tiene mucho protagonismo otro emigrante a Sudamérica que vuelve. Es inevitable ponerse a trabajar en las historias de mayor interés del siglo XX y que guerra o postguerra no estén presentes. Trabajé mucho en este cómic con la idea de unas personas queriendo salir de aquel momento histórico, mirando hacia delante, a Europa o a América, mientras que otros personaje van en el libro con el freno de mano echado y mirando atrás a las estructuras sociales tradicionales.

-¿Vive el cómic una época dorada?

-El cómic siempre está en crisis. Los ochenta fueron una época muy de revistas. Mientras que ahora es una época más de novela gráfica, de formato más pequeño, pero de una extensión de las historias más larga. No funciona tanto una historia de coleccionables, sino que vale más hacer un libro gordo.

-¿Cuál es la situación del cómic en la región?

-Hay buenos nombres desde el humor gráfico, tira de prensa o novela gráfica, hasta gente como Javier Rodríguez, que trabaja creando superhéroes para América. Tenemos también a grandes de la novela gráfica como Alfonso Zapico. Siempre hay gente destacada. Pero Asturias es muy pequeña y hay siempre que trabajar fuera para vivir de esto o compaginarlo con la ilustración.

-Contar las aventuras de "Ásterix y Obélix" en asturiano en cómic, ¿supone un avance para la llingua?

-Es pistonudo que sigan apostando por el doblaje en asturiano. Es perfecto que el lanzamiento mundial del cómic haya sido a la vez en nuestra llingua que en el resto. Hay que aprovechar para doblar los antiguos cómics. Y pienso que podría seguirse en esa línea, y que se traduzcan grandes obras franco-belgas como "Tintín" o "Los Pitufos".

-¿Cree en el impulso decidido que pretende dar a la llingua Genaro Alonso, el nuevo consejero de Educación?

-Seguro que ahora algo más sí que se trabajará, porque menos es imposible. Ir a menos sería casi perseguirnos a los que escribimos en lengua asturiana. Sería fundamental trabajar desde la televisión pública, con la programación infantil, e incluyendo más programas culturales. La Xunta Pola Defensa de la Llingua pedía hace poco un órgano de control de la televisión, un órgano desde el que se propusiera las programaciones y se controlase que estuviesen en un asturiano curioso. E incluso estaría bien que en los deportes, los partidos de fútbol del Sporting se narrasen en asturiano. Ya que la oficialidad no nos la van a dar, por lo menos sería importante ahondar en la promoción del asturiano.

-Sin llegar a esa oficialidad, ¿la llingua tendría capacidad de supervivencia con otro tipo de medidas?

-Se podría trabajar en bastantes cosas, pero sería complicado. Con la oficialidad te daría por ejemplo recursos económicos estatales para defender el patrimonio autonómico. Y en otro ámbito, un cómic en llingua asturiana podría optar al Premio Nacional del Cómic, porque actualmente no se puede al ser solo en las lenguas oficiales del estado. Y así en otros muchos ámbitos.

-¿Tiene libertad un dibujante a la hora de trabajar?

-La clave siempre es dónde te pones los límites, y eso pasa como en todas las artes. Siempre hay gente que se va molestar o que te pueden pasar cosas como "Charlie Hebdo". Los tiempos que vivimos son casi de autocensura. Somos muchas veces demasiado delicados con ciertas cosas que contamos. Tenemos el ejemplo de lo que pasó con la revista "El Jueves". En España no se llegó a andar a tiros, pero por un chiste sobre la Familia Real se marchó la mitad de la plantilla. Cuando estrenaron "El Perro Andaluz" de Buñuel, la gente destrozó el teatro porque se sintieron ofendidísimos, y a cualquiera que se lo digas ahora le parecerá mentira, pero en realidad pasó.

-¿Qué cómic le gustaría dibujar?

-Tengo pendiente una historia de mi familia paterna, pero en este caso tendría que ir hasta Santiago de Cuba. El problema es que llevo siete años sin moverme de Asturias por cómo está la cosa a nivel económico. Es un trabajo muy ambicioso que me requeriría investigar una temporada fuera sobre mis bisabuelos que se casaron allí. Esa historia me encantaría hacerla si tuviera dinero para estar luego una temporada en casa dibujándola.

-¿En qué momento se encuentra "Felpeyu"?

-Tenemos un trabajo discográfico bastante avanzado, pero estamos en un momento de parón. Hay pocos conciertos, casi ninguno. Si sacas un trabajo tampoco vas a moverte mucho, y si no lo sacas menos. Es un momento bastante complicado, y una formación grande como la nuestra, de siete personas, es bastante difícil de mover.

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