Un centenar de personas a tratamiento se benefician ya desde Gijón del proyecto "Insola" de integración sociolaboral para los que sufren problemas de adicciones, un programa puesto en marcha por Proyecto Hombre el pasado mes de marzo. Hasta finales del presente 2016 los responsables del proyecto calculan que podrán atender a unas 170 personas que siguen los programas de deshabituación de la entidad, y en el plazo de cuatro años, "llegaremos a cerca de 700", señala Juan Carlos Menéndez, responsable de calidad de la Fundación CESPA.
El programa "Insola" supone una apuesta innovadora por la inserción sociolaboral de personas desfavorecidas que se encuentran en tratamiento por un problema adictivo, y el objetivo es el de ofertar a los potenciales usuarios "un plan de formación, de mejora de habilidades sociales, cumplimiento de desempeños, trabajo en equipo y asunción de órdenes", resume Menéndez. En definitiva, se trata de dotar a las personas en vías de resolver sus problemas de adicciones de una herramienta que les facilite el regreso al mercado laboral, si es que alguna vez tuvieron acceso al mismo, o su inmersión en él si se trata de su primera experiencia.
Porque, como señala Juan Carlos Menéndez, la situación actual es "mucho más complicada que antes para quienes se encuentran en esta situación y buscan una oportunidad laboral". Un reto que no siempre ha resultado fácil para quienes se rehabilitan de una adicción y que se ha visto dificultado aún más por la situación de crisis económica y la merma de oportunidades laborales.
Habilidades
Por eso se torna fundamental poner al alcance de quienes siguen las terapias las habilidades necesarias para tener una oportunidad. Además de un servicio de orientación inicial con la elaboración de un Plan Terapéutico de Inserción Sociolaboral y la firma de un contrato terapéutico, seguido de un proceso del cambio integrado en una red primaria de apoyo, orientación, acompañamiento y seguimiento de actividades de la vida diaria, el programa se completa con una fase de capacitación competencial y desarrollo de habilidades para la vida y de inclusión sociofamiliar.
Más adelante, tras superar estos estadios, los participantes en el programa pasan a una fase más activa de intermediación laboral, para facilitar la inserción laboral a un entorno normalizado, captar ofertas de empleo, fomentar la responsabilidad social corporativa en el tejido empresarial y difundir y sensibilizar al tejido empresarial.
Además se pone en marcha un proceso de trabajo con empresas de inserción con el fin de adquirir competencias profesionales en entornos laborales protegidos, preparar su introducción en la empresa ordinaria o para el autoempleo, enseñar una profesión a aquellos que hayan estado largas temporadas fuera del ámbito laboral u facilitar la inserción laboral en sectores profesionales emergentes.
La población beneficiaria del proyecto "Insola" en toda España se estima en 14.000 personas, con las que se trabajará durante un periodo de cuatro años por áreas geográficas. En el caso de Asturias, las actividades laborales se canalizan a través de los tratamientos ambulatorios que se llevan a cabo en Gijón y en el centro de que dispone Proyecto Hombre en Candás.
