Como presidenta de la Fundación Mar de Niebla, Blanca Cañedo-Argüelles Gallastegui recogió el pasado jueves, entre los venerables muros de la antigua sede del Real Instituto de Jovellanos, el galardón "Gijón ciudad abierta", que desde hace años concede la emisora de la Cadena Ser en la ciudad, "por su labor de integración social, la búsqueda del bienestar común y el reconocimiento de un trabajo en contra de la injusticia", valores que definen a Mar de Niebla desde su creación, en el año 2004, en La Calzada, y también, según dicen quienes bien la conocen y aprecian, a Blanca Cañedo-Argüelles Gallastegui.
Gijonesa de la generación de mitad de los años cincuenta del siglo pasado, fue la tercera de siete hermanos, fruto del matrimonio entre Ladislao Cañedo-Argüelles Velasco y Cristina Gallestegui Guibert. El padre (falleció en 2008 y la madre en 2003) era vasco de nacimiento, riojano de sentimiento y uno de los pioneros en Asturias del Opus Dei. Llegó a Gijón como ingeniero naval del Dique Duro Felguera, de donde pasó a la inspección de buques y a impartir clase en la Escuela de Náutica.
"Mi padre nunca nos transmitió mensaje alguno machista. Él tiene un gran concepto de las mujeres porque todas las que hemos vivido con él hemos hecho algo. Todas hemos estudiado una carrera porque fue lo que siempre nos transmitió. Nunca nos educaron para que casarnos fuese lo primero. Siempre nos inculcaron que había que ser autónomas y eso es de un valor impresionante", declaraba Blanca Cañedo-Argüelles en una entrevista publicada en LA NUEVA ESPAÑA el 10 de agosto de 1995.
Con sus hermanos Cristina, Carmen, Ana, Ignacio (falleció hace varios años y era capitán de la Marina Mercante), Cecilia e Inés, la actual presidenta de la Fundación Mar de Niebla tuvo una infancia feliz en Somió, donde fue a residir la familia, a "Villa San Juan", donde se hablaba francés "debido a que a mi madre la había criado una francesa".
Estudió en el colegio de la Asunción, en El Bibio, entonces un centro de referencia para las señoritas gijonesas, y luego Asistencia Social, una carrera de grado medio. Desde los 16 años compaginó los estudios con el trabajo (en el Instituto Social de la Marina) y se especializó en medicina preventiva tras estudiar en la Escuela Universitaria de Enfermería.
Trabajó en la Casa del Mar de Gijón, en el Insalud, en la Consejería de Sanidad del Principado y en el Inserso. "Yo soy antiabortista, pero una vez que el problema está ahí, y no se puede negar la evidencia, hay que tratar de que aborten en las mejores condiciones físicas y psíquicas". Y así surgió, en 1988, la clínica Belladona, con Blanca Cañedo-Argüelles (actual gerente) como una de las fundadoras junto con Amparo Cardaño y Lourdes Pérez, nieta del doctor Avelino González, el creador de La Gota de Leche. También forma parte de la directiva de la asociación de clínicas acreditadas para la interrupción del embarazo y de la Asociación Derecho a Morir Dignamente. "Es una gran defensora de los derechos de las mujeres", señalan quienes la conocen, y así pertenece a varios grupos feministas, entre ellos Les Comadres y la Plataforma Feminista de Asturias. Una de sus frases es: "Estoy a favor de la diferencia entre hombre y mujer, pero no de la desigualdad". Y otra: "Si los hombres ocupasen el sitio que les corresponde con la paternidad, las mujeres no abortarían".
"Blanca es Blanca y es tantas cosas que a veces te resulta difícil resumirlas", afirman sus allegados. Mujer de carácter, con una personalidad alegre, entusiasta, luchadora y siempre "al lado de las soluciones". Sobre todo es "absolutamente generosa y solidaria y su paso por Mar de Niebla estaba escrito, a ella le encanta ser trabajadora social y siempre dice que para ser trabajadora social hay que ser un poco especial y ella lo lleva en los poros de la piel. Su labor en Mar de Niebla lleva mucho de eso y se dejará la piel para que las personas se integren y se les ayude a crecer", subraya alguno de sus colaboradores.
Casada en segundas nupcias con el constructor José Piñeiro Arias, Blanca Cañedo-Argüelles Gallastegui tiene dos hijos: Enrique, que vive en el Reino Unido y es ingeniero informático, y Carlos, actualmente trabajando en México en el mundo del marketing y la publicidad, es decir, otros dos jóvenes gijoneses "leyendas urbanas" que han tenido que emigrar para conseguir trabajo.
Decía en la entrevista de 1995 que lo que les faltaba a las mujeres era "la autoestima", de ahí que ella, muy independiente y de fuerte personalidad, nunca será una mujer que deje sus aficiones a la puerta de casa. Nada de señora de... En todo caso, su marido será "el señor de Cañedo-Argüelles".
