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La calle mayor de Asturias que abrió para mejorar la comunicación con Oviedo

El grupo "La Máscara" estrenó la obra "Condenado", de Pedro de Silva, y el Ateneo Jovellanos entró en crisis total

Las reinas de El Jardín en 1972, con algunos miembros del jurado.

El ingeniero Ignacio García-Arango Cienfuegos-Jovellanos sintetizó muy bien lo que se pretendió con la construcción de la autopista "Y", en la que él fue técnicamente fundamental: "Era como convertirla en una especie de calle mayor de Asturias suponiendo que el centro de Asturias fuera una ciudad única con funcionamiento global de área metropolitana. En ese sentido funcionó. La autopista unió Asturias pero en su día había opiniones contrarias, porque hubo gente que decía que la autopista dividía las fincas. Y es verdad, pero ocurrió lo contrario, pues es como un gran río navegable que funcionó y creó el germen de la gran área metropolitana".

Dado que había una gran intensidad de tráfico entre la antigua N-630 con constantes colapsos, la Jefatura Provincial de Carreteras del Ministerio de Obras Públicas tomó las decisión de abrir al tráfico una de las calzadas entre Oviedo y Lugones. Aquel tramo en dirección única hacia Oviedo fue inaugurado el 9 de octubre de 1972. Aquella calzada prestó inicialmente servicio para los automóviles que circulaban entre Gijón y Oviedo reservándose la antigua carretera para el tráfico que Oviedo tenía con Avilés. La velocidad máxima impuesta fue de ochenta kilómetros por hora, por lo que se rogó la máxima prudencia y un respeto absoluto a las señalizaciones. A pesar de las limitaciones de velocidad se llegaba mucho antes a Oviedo que por la carretera antigua.

El Ateneo Jovellanos, en crisis total. Mientras desde principios de año el populoso barrio de La Calzada solicitaba formalmente un ateneo obrero -como continuación de la dinámica asociación de vecinos que presidía Manuel Hevia Carriles- y, a pesar de que según la Universidad Comercial de Deusto Asturias alcanzaba la riqueza de un cuarto de billón de pesetas, el Ateneo Jovellanos entraba en una grave crisis institucional y financiera -en el diario "Voluntad" se había publicado un augurio a modo de sentencia: "Una sociedad que se desmorona"-, por lo que ya se hablaba de la necesidad de un expediente de crisis para la reducción de personal ante la precariedad de su situación económica. Al presidente Lorenzo Sarmiento Fernández le urgía una subvención de algún patrocinador de quinientas mil pesetas -a pesar de que el número de socios rondaba los dos millares- por lo que fue preciso reducir todas aquellas actividades culturales que fuesen onerosas.

Pedro de Silva estrena su obra teatral "Condenado". Quizás como una premonición, aunque nada tuviera realmente que ver, el secretario de la Junta Directiva del Ateneo Jovellanos logró que el grupo de teatro de cámara y ensayo "La Máscara" le representase en agosto de aquel año su primera obra teatral, "Condenado", bajo la dirección del abogado Javier Medina, con el siguiente reparto: Ana María Friera, Urbano Rodríguez, Modesto Clemente, Fernando Duque y Enrique Menéndez. Pedro de Silva explicaba por entonces que su temática "en el fondo plantea el problema existencial de forma simbólica, entremezclándose varias críticas paralelas a la desmembración de los grupos sociales. Es una obra en la que utilizo formas propias del teatro de vanguardia y, sin embargo, tiene un contenido interno que, en cierto modo, contradice las tendencias de expresión más recientes. Tiene un fatalismo existencial que mantengo, pero hay en ella otro fatalismo social que debe de ser explicado, aunque, desde luego, no conduce al conformismo. Los personajes son simbólicos. No hay una crítica de una profesión determinada, sino que con esos personajes se trata de criticar globalmente la deshumanización, la especialización de la sociedad en que se encuentran inmersos". En tiempos todavía de férrea censura: más claro, agua.

Muere el gran dramaturgo Eladio Verde. Tal vez porque los nuevos tiempos no iban con él murió el gran dramaturgo Eladio Verde (Madrid, 1899) un irónico personaje que dominaba la composición musical y la arquitectura escénica como nadie. Con sus obras cargadas de sorna logró grandes éxitos con la "Compañía Asturiana" -de la que formaban parte Rosario Trabanco, Aurora Sánchez, José Manuel Rodríguez, Andrés Escudero, Joaquín Sánchez y el gran barítono Antonio Medio como colaborador esporádico-. Tras triunfar en el teatro Calderón de Madrid hasta lograron cruzar el charco, en aquellos tiempos en que realmente no era nada fácil. Eladio Verde escribió más de cincuenta obras entre las que destacaron por sus éxitos populares: "El gallu de la quintana", "Los amores de Ximielga", "Viva la gaita", "El estilo de bolea" -comedia, ¡cómo no!, dedicada al Sporting- y "Los corales", zarzuela asturiana con música de Luis Ruiz de la Peña. Afortunadamente antes de su muerte -¡ojo al dato!- el Ayuntamiento le dedicó una calle en el barrio de Cimadevilla, en la que había transcurrido gran parte de su vida, ya que había vivido de cara a la mar en una habitación del muelle de Oriente, y que le había servido como motivo de inspiración. Todo un personaje creador del teatro asturiano.

Punto final a la elección de reinas de El Jardín. El último año de elección de las reinas de El Jardín, gracias al encomiable trabajo del primer y único gerente de El Jardín, Miguel Escalada -todo un protagonista de la vida musical gijonesa- las entrañables verbenas de "El farolillo" iban a más -con un pletórico Gonzalo Vega quien cantaba de maravilla tangos y boleros- y Joan Manuel Serrat deslumbraría con su clarividencia existencial en tiempos muy difíciles para él -por su siempre coherente compromiso político con la recuperación de las libertades y los derechos de los ciudadanos- lo que le obligaría a pasar años de exilio intelectual en México, donde mantuvo una gran relación personal con el periodista Paco Ignacio Taibo y su esposa Mari Carmen Mahojo, del barrio de Cimadevilla de toda la vida.

De ahí que el 30 de agosto de 1972 quedó constituido, de esta manera, el que fue el último jurado de las reinas de El Jardín: José Manuel García Cifuentes -presidente-, Miguel Fernández García -secretario- y los vocales Maita Cabrero, Elsa Tamargo Echevarría, Manuel Fernández y González -es decir, el arriba firmante-, Joaquín Viña, Alfredo Suárez, Corsino García-Rendueles, Alfredo Rodríguez, Luis Ángel Varela Villalobos, José Palacios, Marino González y Fernando García-Rendueles.

Por unanimidad y sin reclamación alguna -según consta en el acta oficial- fueron elegidas: reina de El Jardín, Leonor Curton Iglesias; reina del verano, Mercedes Suárez Calleja, y reina del turismo, Sonsoles Martín Presa.

Así se puso punto final a toda una época que, desde luego, muchos necesariamente tenemos que recordar con nostalgia y una cierta tristeza, ya que en El Jardín quedó parte de nuestra vida.

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