Objetivo navideño: que ningún excedente de comida acabe en la basura. Cómo conseguirlo: con una aplicación móvil. Investigadores de la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón han diseñado una plataforma digital pionera en España que permite donar las sobras de alimentos de restaurantes y casas particulares a los más necesitados con un solo clic. La app "Coomida", disponible para web y dispositivos móviles, conecta por primera vez de forma on-line a donantes con entidades beneficiarias del Banco de Alimentos de Asturias. "Tenemos un problema de fondo y es que se pierde mucho producto fresco, que por otra parte es muy demandado. Esta aplicación pretende que esos alimentos no acaben convirtiéndose en residuo", comentan sus creadores.
En el desarrollo de "Coomida" participan tres equipos de investigación de la Universidad de Oviedo: Inteligencia Artificial (Big Data), Ingeniería Ambiental y Organización de Empresas. Este último, compuesto por Pilar González Torre y Jorge Coque Martínez, lleva desde 2012 estudiando el funcionamiento interno y externo del Banco de Alimentos. Toda la información recabada durante estos seis años conforma el esqueleto de la novedosa aplicación. "Por un lado comprobamos que los productos frescos se perdían, porque las operaciones kilo se hacen con alimentos no perecederos, y por otro, que sólo se trabajaba con lotes grandes y los pequeños se desechaban", reflexionan.
Con la herramienta tecnológica "Coomida", esos obstáculos desaparecen. "Ponte por ejemplo que eres de Cangas del Narcea y de un cumpleaños sobran dos empanadas. Pues ahora tú directamente puedes ponerte en contacto con una asociación del concejo para donarlas", ejemplifican, sin necesidad de que la comida llegue a Oviedo y sea distribuida por el Banco de Alimentos. La idea de crear esta aplicación partió del Consorcio para la Gestión de los Residuos Sólidos en Asturias (Cogersa) y de las empresas Sadim y AbaMobile. "Al vertedero de Serín llegan todos los años alimentos en perfecto estado, aptos para el consumo", asegura Yolanda Fernández Nava, que junto a su compañera Leonor Castrillón Peláez, se encargó de analizar los beneficios ambientales de reducir el volumen de residuos.
Según el Ministerio de Alimentación, las familias españolas desperdician cada año 604 millones de kilos de comida, con especial incidencia en estas fiestas. Pero aún hay más datos: un hipermercado, dice un estudio del área de Organización de Empresas, tira al año 1.500 toneladas de comida. "En función de la cadena, cuando faltan entre una semana o tres días para que los productores alcancen la fecha de consumo preferente, los retiran de las estanterías porque consideran que perjudican su imagen", sostienen.
Para participar en el proyecto, sólo hay que registrarse en la página y ponerse en contacto con una de las 200 entidades sin ánimo de lucro a las que ayuda el Banco de Alimentos. El objetivo es reducir los tiempos y los costes asociados a la logística. Ya se hizo una prueba piloto en noviembre, en la que se recogieron 38,4 kilos, que fueron destinados a la Orden Franciscana "El Pan de los Pobres". Los investigadores sostienen que la aplicación se puede replicar en cualquier comunidad.
