Washington

La aspirante demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, encara una fuerte polémica después de aludir al asesinato de Robert F. Kennedy para justificar su decisión de continuar en campaña, pese a la ventaja de su rival, Barack Obama.

Tanto Clinton como Obama participaron ayer en una serie de mítines en Puerto Rico, cuyas elecciones, el próximo día 3, cerrarán la etapa de primarias en la carrera por la Casa Blanca.

El viernes, en una entrevista con un periódico de Dakota del Sur retransmitida por internet, los periodistas preguntaron a Clinton sobre sus razones para continuar en la campaña, pese a sus escasas posibilidades de lograr la nominación. «Mi marido no logró la candidatura demócrata en 1992 hasta que ganó las primarias de California a mediados de junio, ¿verdad? Todos recordamos que Bobby Kennedy fue asesinado en junio en California», en 1968, dijo Clinton.

Con estas declaraciones, la ex primera dama quería dar una serie de ejemplos para ilustrar que, en el pasado, el proceso de selección de un candidato se ha extendido hasta el verano, por lo que el caso de este año no es algo insólito.

Pero las palabras de la senadora tuvieron una fuerte repercusión. Obama, que aspira a ser el primer presidente negro del país, goza de la protección del Servicio Secreto desde el año pasado, después de que lo pidiera el Partido Demócrata tras recibir una serie de amenazas por internet.

Al principio de la etapa de primarias, votantes de raza negra en el sur del país aludieron al miedo de que el senador por Illinois fuera asesinado para no darle su apoyo en las urnas.

El país tiene también muy presente no sólo el asesinato de Kennedy cuando buscaba la candidatura de su partido para la Casa Blanca, sino el del líder negro Martin Luther King en 1968.

Pese a las disculpas de la ex primera dama, provocaron una catarata de críticas. Periódicos más sensacionalistas, como «The New York Post», publicaron en su portada una foto de la aspirante demócrata y el titular «¡¿Ella dijo qué?!». En el «Daily News», también de Nueva York, el comentarista Michael Goodwin afirma que ha «visto la radiografía de un alma muy oscura. Una consumida por la cruda ambición, donde el posible asesinato de un rival es algo a musitar de manera estratégica. Si no es así, ¿por qué se le ocurre pensar en el asesinato?».

Incluso diarios más «serios», como «The Washington Post», publican comentarios que señalan que «candidatos inteligentes no invocan la posibilidad de que su rival sea asesinado. Parece algo tan obvio que no hace falta ni decirlo, pero aparentemente hace falta decirlo».

Otros analistas han apuntado que esas declaraciones alejan la posibilidad de que, en caso de que se convierta en el candidato demócrata, Obama ofrezca la Vicepresidencia a Clinton.