Oviedo / Washington, E. FUENTES / Agencias

El aspirante ultraconservador a la candidatura presidencial republicana Newt Gingrich está dando un vuelco a las encuestas sobre las primarias de Florida del próximo día 31. De esta forma, el ex presidente de la Cámara de Representantes parece confirmar que no fue un espejismo su triunfo del pasado sábado en Carolina del Sur, donde aventajó a su principal rival, el ex gobernador de Massachusetts Mick Romney, en más de 12 puntos.

El promedio establecido por la prestigiosa página web Real Clear Politics sobre los sondeos hechos en Florida el domingo y el lunes -que tienen por lo tanto en cuenta el resultado de Carolina del Sur- arroja una ventaja media de 7,4 puntos porcentuales para Gingrich (37,3% frente a 30,3%), con picos máximo y mínimo del 9% y el 5%. Estos datos contrastan con los de las encuestas efectuadas hace una semana, que arrojaban ventajas para Romney de entre 15 y 24 puntos porcentuales.

Consciente de su pérdida de gas, Romney dirigió el lunes por la noche toda su artillería contra Gingrich en un debate en la Universidad de Tampa (Florida). El ex gobernador calificó a su rival de «vendedor ambulante de influencias», en referencia a su trabajo de consultoría para el gigante hipotecario Freddie Mac, cuya quiebra fue uno de los desencadenantes de la crisis en 2008.

Consciente de que por ese flanco se le puede abrir una vía de agua, Gingrich difundió ayer datos que afirman que «sólo» recibió de la hipotecaria 25.000 dólares mensuales (unos 19.200 euros) en 2006. Se estima, sin embargo, que en los seis años en los que Gingrich, a través de una consultora propia, «asesoró» a Freddie Mac ganó alrededor de 1,7 millones de dólares (1,3 millones de euros).

El debate del lunes en Tampa dejó claro que Carolina del Sur ha obligado a Romney a prestar atención a sus rivales republicanos y a enterrar la actitud de «ganador» que había adoptado tras sus victorias de Iowa (luego desmentida) y Nuevo Hampshire, y que le movía a atacar tan sólo a Obama.

Dentro de esa nueva línea, Romney -un millonario con una fortuna estimada en 250 millones de dólares (unos 192 millones de euros)- hizo ayer públicas sus declaraciones de Hacienda de 2010 y 2011, que reflejan unos ingresos de 42,5 millones de dólares (32,7 millones de euros) en esos dos años. Los documentos confirman que Romney pagó en 2010 un 13,9% de impuestos y espera pagar un 15,4% por 2011. Este porcentaje, muy inferior al que pagan las clases medias, representa la mitad de lo que abonan al fisco Gingrich o el presidente Obama.

Romney ha sembrado más dudas de las que ha despejado con la publicación de estas declaraciones fiscales, que demuestran que son verdaderas las acusaciones de tener buena parte de su fortuna en paraísos fiscales. No sólo en las islas Caimán, como se anunció la semana pasada, sino también en Bahamas y Suiza.