El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó hoy por unanimidad la primera resolución desde que comenzó la crisis en Siria y que autoriza el envío de los 30 primeros observadores internacionales a ese país para vigilar el cumplimiento del plan de paz por el Gobierno y la oposición de ese país árabe.

"Damos la bienvenida a la aprobación de esta resolución, pero lamentamos que se haya producido después de un año de inimaginable sufrimiento del pueblo sirio", dijo el embajador del Reino Unido ante la ONU, Mark Lyall Grant, tras la votación del máximo órgano de seguridad internacional.

El Consejo, además, subrayó la labor realizada por el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, en las seis semanas que lleva gestionando un conflicto político que ha causado miles de muertos.

Tras intensas negociaciones, Moscú y Pekín dieron luz verde a esta resolución sobre Siria, que es la primera que el Consejo de Seguridad -que en abril preside Estados Unidos- ha conseguido consensuar en los trece meses que dura el conflicto en el país árabe y que es también su primer documento de mayor rango en relación a esa crisis.

El embajador alemán ante la ONU, Peter Wittig, destacó que "esta es la primera resolución del Consejo de Seguridad" sobre la crisis siria, "y hay que dar la bienvenida a la unidad del Consejo. Llega tarde, pero no demasiado".

Rusia y China han ejercido ya su derecho de veto en dos ocasiones para evitar una resolución de condena contundente a Damasco.

La resolución adoptada por unanimidad este sábado entre los quince miembros del Consejo permite el envío "de 30 observadores militares desarmados", que estarán encargados de "entablar contacto con las partes e iniciar un informe sobre la plena implementación del cese de la violencia armada por todos".

En lo referente al despliegue de la misión completa, uno de los puntos que no contentaba a Rusia, el texto aprobado indica únicamente que "se le pide al Gobierno sirio y a las partes que aseguren que esta misión avanzada puede realizar sus funciones".

16 Muertos en las ciudades sirias de Alepo y Homs pese al alto el fuego

Al menos 16 personas han muerto por disparos durante un funeral en la ciudad siria de Alepo (norte) y en los bombardeos esporádicos contra Homs (centro), según varios grupos de la oposición, mientras que el régimen del presidente sirio, Bachar Al Asad, acusó a "grupos terroristas" de estos incidentes.

En la tercera jornada desde la entrada en vigor del alto el fuego, la portavoz de los opositores Comités de Coordinación Local (CCL), Rafif Juyati, explicó a Efe que los ataques de las fuerzas de seguridad del régimen se centraron en Homs, Alepo e Idleb.

Tanto su grupo como la Comisión General de la Revolución documentaron la muerte de nueve personas en Homs, cinco en Alepo, una en Idleb (norte) y una en Dumair, en la periferia de Damasco.