Oviedo, E. F. / Agencias

A Nicolas Sarkozy se le volvió a calentar ayer la boca y le soltó un «gilipollas» a un joven periodista de la cadena por cable LCI.

Hace apenas tres días el inquilino del Elíseo llamó «portavoz de Gadafi» a una periodista de la cadena TF1 que, en hora de máxima audiencia, le preguntaba por la supuesta financiación de su campaña de 2007 por el coronel libio, linchado por los rebeldes el pasado octubre.

Ayer los hechos ocurrieron en la periferia de París, en la ciudad de Chalons-sur-Marne, donde acababan de producirse choques entre obreros de Arcelor Mittal y la Policía. El periodista le comentó a Sarkozy, en un corro semiinformal, que podía haberse ahorrado los antidisturbios, a lo que Sarkozy, nervioso, le contestó sin alzar la voz que le importaba «un pijo» lo que el periodista pensara y remató con un «¡vaya gilipollas!» que, al momento, intentó enmendar con palmaditas en el hombro y diciendo al reportero que era un tipo «majo» por estar allí cubriendo la visita.