Cinco personas -tres israelíes, un palestino y un judío estadounidense- perdieron la vida ayer en dos ataques palestinos, uno en Tel Aviv y otro en una carretera de Cisjordania, en un nuevo repunte de la ola de violencia después de una semana de relativa calma.

Los ataques han hecho pedazos las esperanzas de que el bajón en el número de agresiones palestinas estos últimos días fuese indicio de que la violencia, que empezó el pasado septiembre y se agravó en octubre, estaba apagándose.

La inmensa mayoría de los más de ochenta ataques palestinos del último mes y medio (según cifras oficiales israelíes) han sido obra de lo que el argot militar denomina "lobos solitarios" que, según el Ejército, son casi imposibles de impedir.

Desde principios de octubre han muerto en ataques palestinos 19 israelíes, un estadounidense, un eritreo y 90 palestinos. Más de la mitad de estos eran supuestos atacantes.