La violencia en la franja de Gaza y Cisjordania se recrudece. Dos palestinos murieron ayer por disparos de soldados israelíes en estos territorios, el primero en el curso de una protesta contra el Ejército y el segundo en un intento de atropello de varios militares. Ambos sucesos se enmarcan dentro de la ola de violencia que sufre la región desde octubre, en la que ya han muerto 137 palestinos, más de la mitad de ellos en presuntos ataques contra israelíes y el resto en manifestaciones, protestas y enfrentamientos contra el Ejército de Israel.

Por su parte, los ataques palestinos, la mayoría con arma blanca y el resto por atropello o disparos, han dejado un balance de 21 israelíes muertos y tres extranjeros.

Ni la Navidad ha servido para que haya una tregua. Fuentes médicas palestinas informaron ayer de que un palestino de 22 años sufrió un impacto de bala en la cabeza, en el curso de una protesta violenta contra soldados israelíes en el paso fronterizo de Karni, entre Gaza e Israel. Los hechos ocurrieron después de la oración del viernes en las mezquitas, cuando cientos de jóvenes acudieron a varios puntos de la frontera para enfrentares al Ejército de Israel. Según una agencia de comunicación local, alrededor de 20 palestinos sufrieron heridas de diversa consideración en varios focos violentos.

El segundo muerto de la jornada fue una mujer identificada por medios locales como Mahadia Hamad, de cuarenta años y madre de cuatro hijos, que fue abatida por agentes israelíes cuando, según la versión de la Policía, trató de empotrar su coche contra una patrulla, en el curso de una manifestación en las afueras de la localidad de Silwad, en el distrito cisjordano de Ramala.

"Hubo un intento de atropello hacia agentes de la Policía de fronteras", informaba ayer la portavoz policial israelí, Luba Samri, minutos después del suceso. En su mensaje añadía que los agentes abrieron fuego contra la conductora del vehículo, que murió en el acto.