Los sindicatos franceses lograron doblegar ayer al Gobierno del socialista Manuel Valls, quien tras varias horas de pulso dio marcha atrás en la prohibición de una manifestación contra la reforma laboral que, finalmente, sí se celebrará hoy en París. Philippe Martinez, líder del sindicato que con más fuerza se opone a la reforma, la CGT, anunció que el ministerio del Interior autorizó al fin la manifestación tras llegarse a un acuerdo sobre el recorrido de la marcha. Horas antes del anuncio de Martinez, la Prefectura de Policía de París había anunciado la prohibición de la marcha alegando que los sindicatos mantenían el formato de manifestación en lugar de aceptar la concentración estática que les exigían las autoridades galas. El tira y afloja es consecuencia de los episodios de violencia registrados en anteriores manifestaciones, en las que, según Valls, grupo hiperviolentos atacaron a agentes policiales "con intención de matarles".