El portavoz iraní de Exteriores, Bahram Qasemí, condenó ayer el tiroteo y dijo que "hoy día la lucha contra el terrorismo debe ser considerada como una demanda seria e inmediata de la comunidad internacional y de la conciencia humana y la máxima prioridad de todos los países en un consenso internacional".

"La matanza de personas inocentes e indefensas se ha convertido en otra mancha de estigma en la historia de la humanidad, y para eliminarla no hay más opción que luchar incesantemente, de forma integral y sin doble rasero", dijo.

La televisión iraní se limitó a señalar que "el atacante tuvo un fuerte acento alemán y grito eslóganes contra los emigrantes". Las autoridades de Teherán no dijeron nada acerca del origen iraní del agresor, cuyos padres emigraron a Alemania a finales de los años noventa del pasado siglo.