El todavía presidente de Estados Unidos, Barack Obama, advirtió ayer a su sucesor, el republicano Donald Trump, que Vladimir Putin "no es de nuestro equipo" y reiteró que los rusos "se entrometieron" en las últimas elecciones presidenciales norteamericanas.

En un avance de la entrevista que concedió a la cadena estadounidense ABC, Obama se refiere al informe publicado por los Servicios de Inteligencia de Estados Unidos sobre la posible injerencia de Rusia en las pasadas elecciones presidenciales.

"Lo que es cierto es que los rusos tenían la intención de entrometerse, y se entrometieron", aseguró Obama al periodista George Stephanopoulos en la citada entrevista, que será emitida íntegramente hoy en el programa "This Week", informa "Efe".

Obama añade que una de las cosas que más le preocupan es el hecho de que parece haber muchos miembros del partido republicano que tienen más confianza en el jefe del Kremlin que en sus compañeros demócratas.

"Hemos visto últimamente que muchos republicanos, expertos o analistas de las televisiones por cable hacen comentarios en los que parecen confiar más en Vladimir Putin que en sus compatriotas simplemente porque esos compatriotas son del partido demócrata. Eso no puede ser ", sentenció Obama. "Debemos recordar que (republicanos y demócratas) estamos en el mismo equipo y Putin no es de nuestro equipo", insistió Obama, quien dejará el cargo el próximo día 21.

Por toda respuesta a estas declaraciones y al informe de los Servicios de Inteligencia, Trump reiteró que no hay "evidencias" de que los ciberataques afectaran al resultado electoral. "¡No se tocó a las máquinas de votación!", alegó el magnate.

En su informe, hecho público el viernes, el FBI, la CIA y la NSA sostienen que Putin ordenó influir en los comicios mediante ciberataques porque sentía una "clara" preferencia por Trump y quería "dañar" las opciones de su rival, Hillary Clinton.

Según el presidente electo, los ataques que sufrió el Partido Demócrata se debieron a la "pobre defensa" que ofrecían sus sistemas de protección, por lo que sus oponentes están "avergonzados".