A treinta y cinco días de la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas, el candidato del partido conservador Los Republicanos (LR), el ex primer ministro François Fillon, sigue hundiéndose en la apreciación popular. Tras haber sido imputado el martes por malversación de caudales públicos en relación con los empleos falsos de su esposa y dos hijos, tres de cada cuatro franceses consultados en una encuesta divulgada ayer estiman que Fillon debería haber renunciado ya a la carrera presidencial.

Sin embargo, Fillon descarta de plano la renuncia, máxime cuando ha recuperado el apoyo del ala sarkozysta del aparato de su partido. En una encuesta del pasado 3 de marzo, la proporción de quienes pedían su abandono de la carrera por El Elíseo, que ahora alcanza el 78 por ciento, era del 70 por ciento y, un mes antes, del 61 por ciento.

Este desapego a Fillon se refleja en un progresivo hundimiento en las encuestas que a diario se difunden en Francia sobre expectativas de voto. El promedio de encuestas más difundido situaba ayer en cabeza a la ultra Marine Le Pen (27%), seguida muy de cerca por el socioliberal Emmanuel Macron (26%) y, siete puntos por detrás, Fillon (19%). Para la segunda vuelta, las encuestas arrojan una victoria promedio de Macron sobre Le Pen por un margen de veinte puntos (60% a 40%).