No habrá "Brexit" bueno para la economía británica ni dentro ni fuera del mercado único. Un informe oficial secreto, difundido ayer por la prensa local, admite que el crecimiento del Reino Unido se verá dañado con la salida de la UE, prevista para marzo del próximo año, sea cual sea el resultado de las negociaciones sobre el futuro estatuto bilateral, cuyo arranque está previsto para abril próximo.

El informe, elaborado por el departamento gubernamental encargado de la salida de la UE, dirigido por David Davis, fue difundido por el medio digital Buzzfeed News y llegó a conocimiento del público apenas unas horas antes de que la Cámara de los Lores comenzase a debatir el proyecto de ley de abandono de la UE. El texto fue adoptado en primera lectura por la Cámara de los Comunes el pasado día 17 de enero y algunos parlamentarios reclaman ahora incluir en su articulado la posibilidad de un segundo referéndum.

El informe ha sido redactado este mismo mes y examina tres desenlaces posibles. El primero parte de que el país se quede en el mercado único europeo -posibilidad que descarta la primera ministra, Theresa May- y cifra la pérdida de crecimiento en 15 años en un 2%. Es el más positivo para el futuro británico.

El segundo parte de la base de que se alcance un acuerdo de libre comercio con el bloque comunitario y estima la pérdida de crecimiento en el mismo lapso de tiempo en un 5%. El tercero, el más gravoso, eleva el descalabro al 8% si la salida se consuma sin acuerdo con Bruselas. Es lo que se conoce como un "Brexit" duro, defendido por el ala más eurófoba de los conservadores y por amplios sectores del UKIP.

La filtración del informe ha caído como un jarro de agua fría en el Ejecutivo británico, cuya posición en el Parlamento es cada vez más débil, a merced de crecientes acusaciones de falta de liderazgo contra May. Fuentes oficiales intentaron minimizar las repercusiones advirtiendo que se trata de "una versión inicial" y provisional de un documento con "un número importante de reservas". Las fuentes añadieron que hace falta "más tiempo" para dar el texto por bueno.

El secretismo gubernamental ha sido muy mal acogido desde las filas laboristas. "La población tiene derecho a conocer su forma futura de vida y resulta muy irresponsable y deshonesto por parte del Gobierno no publicar el documento", denunció el diputado opositor Chris Leslie, acérrimo defensor de la permanencia de Reino Unido en la UE.

Entre tanto, la idea de un nuevo referéndum sobre la salida de la UE planeó ayer sobre el inicio del examen de la ley de "Brexit" en los Lores. Los conservadores de May no tienen mayoría en esta cámara alta, que generalmente se inhibe y sanciona las leyes sin enmiendas, pero que en esta ocasión parece decidida a dejar su huella en el proyecto de ley.

En el primer signo de lo que serán los dos días de debate del proyecto, un lord laborista, Andrew Adonis, presentó una enmienda para un segundo referéndum. "Sólo se le dio a la gente la primera palabra sobre el 'Brexit'; la última debería recaer también en el pueblo" cuando conozca los términos del acuerdo final, dijo Adonis.

Casi 200 lores -parlamentarios no electos, entre quienes se mezclan aristócratas, eclesiásticos y miembros designados por los partidos- han solicitado intervenir en el debate. La líder conservadora en la cámara, Natalie Evans, sostuvo que los lores deben "respetar la voluntad" del pueblo, expresada en el referéndum de junio de 2016.