Asturias, junto con Canarias, Murcia y Valencia, lidera el consumo de queso en España, mientras que el País Vasco y Castilla La Mancha son las comunidades con menor afición a este tipo de derivados lácteos, según indica un informe elaborado por el Ministerio de Agricultura.
La compra de queso en los hogares españoles se incrementó un 2,1% en 2013, con una media de 8,2 kilos por persona y año, y un volumen global de 373,322 millones de kilos en todo el país. A la par, ha aumentado el gasto en la cesta de la compra en un 2,8%, debido al incremento del precio medio del queso en un 0,7%. Los hogares destinaron un 3,85% del presupuesto medio dedicado a la alimentación a la compra de este producto.
El perfil de hogar consumidor intensivo de esta categoría está formado por parejas con hijos en las que el responsable de la compra tiene entre 35 y 49 años, y de rentas altas y medias. Entre las variedades más consumidas destaca el queso fresco, al que corresponde el 29,9% del total, sin embargo, en comparación con el año anterior, su compra ha descendido en un 1,4%, y el gasto, en un 1,6%. Se trata de la variedad más barata, que se mantiene estable en comparación con el mismo período del año 2012.
Los hogares con un consumo más intenso de queso fresco están formados por tres o más personas, normalmente, parejas con hijos pequeños y medianos, con rentas medias altas y con un responsable de compra de menos de 50 años.
Los quesos semicurados supusieron el 21,5% del total del consumo, con un incremento de compras cifrado en un 4,4%, en línea con el gasto, que ascendió un 4,8%. El consumo per cápita de esta variedad se situó, a cierre del año 2013, en 1,77 kilos por persona al año, un 5,9% más que en 2012.
El perfil del consumidor corresponde a hogares formados por parejas con hijos de mediana edad y a parejas adultas sin hijos. El responsable de la compra tiene entre 50 y 65 años, y es de clase acomodada.
El mayor incremento en el consumo por persona de este tipo de queso semicurado se presentó en domicilios habitados por jóvenes independientes, donde ascendió un 13,9%, seguidos por los hogares integrados por adultos independientes.
