El cambio horario obliga a realizar actuaciones sobre el automóvil tales como:

- Ópticas del vehículo. El número de horas de luz se reduce hasta en seis horas respecto al verano. Conviene revisar el sistema de alumbrado y en los vehículos que no cuentan con luces de conducción diurna se recomienda circular con la luz de cruce encendida para hacerse más visibles.

- Mantener limpias las lunas. Es importante llevar los cristales limpios, concretamente el parabrisas. Así se evitan reflejos.

- Prestar atención al parabrisas. El estado de las escobillas y el nivel del líquido lavaparabrisas deben ser óptimos para favorecer la conducción segura durante las horas nocturnas.

- Reglaje de los espejos. Antes de comenzar el viaje, es importante comprobar los espejos retrovisores, pues deben estar adaptados para evitar que puedan deslumbrar las luces largas del vehículo posterior.