Venturo XXI se asemeja a la cueva de Ali Babá y es el ejemplo de cómo no se deben gestionar los recursos públicos.

El protagonista de la historia se llama Víctor Marroquín, director del IDEPA, amigo íntimo de los promotores, con quienes pactó, según él mismo declaró, el proyecto y que se han levantado una decena de millones de euros dejando en el paro a 150 trabajadores.

La pregunta que le realizo directamente a Dña. Paloma Sainz es si ella ha tenido participación, junto a su marido, en este turbio asunto. En concreto, si de los fondos de formación que ella ha manejado se han lucrado también los promotores de Venturo XXI, íntimos amigos de su afamado marido.

Parte de ese dinero lo hemos puesto los ovetense a través de los impuestos y, además, es una exigencia ética conocer cómo se las gasta Dña. Paloma Sainz cuando tienen el cajón a mano para los repartos

Este asunto va a provocar el cese o la dimisión del señor Marroquín, y supongo y espero que su paso por el juzgado. Si se conociera la implicación de la señora Sainz y de ese fondo que manejó que son los fondos de formación que ella controlaba en este asunto debería significar también su desaparición de la vida púbica. Por higiene política.